Indignante, es lo menos que se puede decir ante la inacción y descoordinación de las ¿autoridades? estatales y federales para atender y sofocar el incendio desatado el domingo y que tuvo en vilo a los habitantes de la capital. El infierno desencadenado entre los límites de Tlalixtac de Cabrera y Santa Catarina Ixtepeji, que afectó negocios de venta de comida, viviendas y alrededor de 300 hectáreas de bosque, desnudó la incapacidad de dependencias estatales como Coesfo, Protección Civil; la carencia de protocolos y plan de acción para buscar el apoyo de la Guardia Nacional, Semarnat, Conafor y el desamparo en el que se encuentran autoridades municipales y las comunidades serranas.
¿Qué podemos esperar los ciudadanos ante una conflagración mayor como sismos, deslaves, lluvias, inundaciones, incendios con estas autoridades? ¿Verdad que no es lo mismo organizar de manera artificial un “tequio” llevando a la fuerza a empleados de confianza del gobierno para sacarse la foto y, de paso, pintar donde no es necesario, levantar hierbitas, hojarasca o barrer en “escenarios” asépticos y con clima controlado que subir a partirse el alma contra un incendio y apoyar a quienes verdaderamente defienden y dan la vida por sus bosques?
De nueva cuenta la ciudadanía, los ixtepecanos le hicieron la chamba al gobierno. De inmediato se organizaron para combatir el fuego, sabedores de lo que se pierde y la importancia del tiempo, actuar de manera oportuna.
Desde diferentes puntos de la ciudad fue posible ver la columna de humo. El percance se reportó en redes sociales a las 13:00 horas y dos horas después ya partía el primer vehículo estaquitas con sanwiches, agua embotellada, herramientas, implementos para apoyar a los paisanos gracias a la organización de los Ixtepecanos (así con mayúsculas) radicados en Oaxaca y la gran, oportuna respuesta de los capitalinos a la convocatoria difundida ampliamente en redes sociales ante el silencio sepulcral e inacción del gobierno estatal.
La mañana de ayer el gobernador, Salomón Jara advirtió que “fue un accidente” y que los incendios son mayoritariamente causados por la mano del hombre. Sin duda, esto no está a discusión, lo que se señala es la calidad de la respuesta, los protocolos de atención y la atención oportuna, planificada y coordinada ante estos accidentes, de ello depende mayor o menor daño, la preservación de los bosques e, incluso, las vidas humanas de quienes combaten estos incendios
Entre líneas, en una entrevista banquetera Magdalena Coello Catillo, directora de la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) tras acudir a un acto oficial encabezado por Salomón Jara al sur de la ciudad, acto al que sí acudió para tomarse la foto, reconoció que el Gobierno del Estado cuenta con un helicóptero Bell 407 y se valoró su uso porque ¡había mucho viento y humo! Pero la joya viene después “el equipo, en el caso del combate aéreo, está en camino, y se está equipando para ya tenerlo disponible”. O sea, ¡ni equipo tienen! ¡Imagine lector-lectora en qué condiciones se encuentran los brigadistas!
Ya sofocado el fuego, sin representar peligro, la funcionaria no ha subido a recorrer los 20 o 30 kilómetros que separan su cómoda oficina de la zona del percance. En Ixtepeji, ni siquiera saben que existe algo llamado Coesfo.
Coello Castillo, a escasos 4 meses de asumir el cargo, en 2023 reconocía que abril es el mes más crítico en incendios forestales para el estado. En ese entonces reconoció que Oaxaca se ubicaba en el segundo lugar a nivel nacional por superficie afectada con más de 10 mil hectáreas y 50 conflagraciones.
Es mayo de 2023, y en una conferencia mañanera, quien cobra en Coesfo indicó que Oaxaca vivía un momento crítico de la temporada de sequía e incendios forestales. Ya para julio la entidad acumulaba 171 incendios y más de 40 mil hectáreas afectadas. Toda esta “experiencia” no ha sido suficiente para tomar medidas preventivas, máxime las temperaturas, falta de lluvias, heladas, que convierten la serranía en pasto para el fuego.
La Coesfo cuenta con 13 brigadas para la atención de TODO el estado. Más adelante, previo a Guelaguetza, la funcionaria aseguró que la dependencia ha actuado conforme a los protocolos establecidos, y “en ningún momento se ha dejado sin atención y apoyo a los municipios y sus autoridades”. ¿Le creemos? Por lo menos el domingo, ni sus luces.
Y solo para saber a qué se dedican nuestros empleados, ayer las “benditas redes sociales” difundían una lona de propaganda política y el mensaje acompañado con un texto “el encargado de Protección Civil, Mauro Cruz, en Oaxaca hace campaña, comunidades de Oaxaca se incendian sin que nadie los apoye ya que el director se encuentra de gira promocionándose para la diputación federal. Lo importante para él es la encuesta”.
Mauro Cruz Sánchez fue diputado federal por el distrito 8 con cabecera municipal en Tlaxiaco en la 64 legislatura; ha sido un chapulín que brincó del PRD a Morena, sin perfil y néofito en temas de protección civil. ¿Cómo podríamos esperar interés, acción oportuna para cumplir con su trabajo?
Claro, tampoco subió a El Punto, estaba en campaña; sin duda es más cómodo cobrar desde una curul.
Por cierto, ¿saben dónde anda el diputado federal de la zona, el exlíder de la Sección 22, Azael Santiago Chepi?
