La revocación de mandato
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La revocación de mandato

 


Repentinamente y sin decir agua va, nos llamaron a los beneficiados por los programas del gobierno federal para recibir dos bimestres juntos de esa bendita y maravillosa pensión para Adulto Mayor que permite a los ancianos tener cierta capacidad de negociar nuestra presencia y trato que recibimos en la casa o sobrevivir con lo que nos dan. Una gran cantidad de los que asistieron y observé en la cola tenían alguna discapacidad para caminar, ver o leer iban acompañados por algún familiar más joven, una minoría iba sola con sus facultades intactas. Algunos de ellos llegaron en automóviles donde fueron objeto de miradas un tanto cuanto furiosas, que manifestaban el pensamiento de que ellos no necesitan esa ayuda y que deberían de dejarla para otros más necesitados. Sea como sea la entrega del dinero en efectivo duró todo el día y la escena se repitió durante tres o cuatro días en distintos puntos de la república.

La pensión cae como un gran alivio para los que ya no trabajamos. Si uno de los problemas comunes que enfrentamos los mexicanos de cualquier edad es la falta de trabajo, imaginémonos para las personas de más de 65 lo que representa tener que buscar trabajo y cuando lo tenemos soportar las jornadas que son extenuantes. Algunos amigos boleros que trabajan en el Zócalo de la Bella Antequera están dejando los cajones de boleros a sus hijos. En una semana trabajan medio día o entre semana algunos días en que no hay mucho trabajo. Me canso mucho –me comentan- cuando trabajo todos los días. Si eso ocurre en un trabajo más o menos libre, imaginémonos lo que ocurre en una fábrica, en un taller, o en un restaurante donde uno tiene que estar al servicio de las personas o de una máquina.  Así las cosas. Los mexicanos no nos rajamos.

Lamentablemente la situación económica de los oaxaqueños, el nivel de desarrollo de nuestros pueblos y los gobiernos que hemos padecido no han atendido, preparado, ni diseñado una cultura de los adultos mayores, para que tengan la posibilidad de tener una vejez sin preocupaciones. Esta posibilidad está muy lejos de ser para los mexicanos una realidad, principalmente para los habitantes de los estados del sur.

Una de las cosas que me sorprende es que una gran mayoría de adultos mayores llegan lastimados de sus extremidades principalmente de las inferiores, muchos utilizan bastón y andadera y algunos, los menos en silla de ruedas. Afortunadamente, todos reciben y se ayudan con esta pensión, aunque es evidente la falta de atención médica a estas personas que tienen que seguir moviéndose.

Una de las razones por la cual nos adelantaron dos bimestres en el pago de la pensión es sin duda ayudarnos a salir de la cuesta de enero, otra es que el próximo mes habrá que votar en este nuevo mecanismo democrático que se llama la revocación del mandato para saber si el actual presidente debe terminar su periodo constitucional o renunciar a su cargo. Es como quien dice una nueva elección.

Qué valor y seguridad del actual presidente de México de someterse a una nueva aprobación de la sociedad mexicana a los tres años de su mandato. Según las encuestas más o menos confiables una mayoría de la ciudadanía mexicana lo apoya, se habla de un 58 a un 65 por ciento de aprobación, no sabemos si los que están en contra sean todos o algunos de los 45 o 38 por ciento que no aparece en las encuestas a favor estén indecisos.

Evidentemente que los grupos que están participando en la aprobación son distintos a los que participaban hace unos cinco o 10 años, antes existía la aprobación del silencio donde solo había una verdad oficial y oficiosa que aceptábamos porque no había de otra. Ahora que se está tratando de instaurar un modelo democrático el conocimiento de la realidad y la transparencia debemos de aceptarla y practicarla porque la transparencia y la información son elementos esenciales de este modelo democrático que están tratando de poner a funcionar.

Actualmente numerosos grupos de las clases económicamente débiles apoyan a esta administración. Hay una clase media semi ilustrada que está cuestionando sus tareas y lo que es muy interesante, aunque la prensa nacional y los noticieros de radio que están llenos de cuestionamiento hacia el presidente parecen que han perdido la batalla de la representación de la opinión pública. Finalmente sabemos que los periódicos representan la ideología y los intereses de sus dueños, no de la opinión pública por ello han perdido parte de su credibilidad. Es poco lo que puede creérsele a un periodista que tiene 3 millones de pesos de ingresos mensualmente o que escribía a favor de un gobierno porque tenía contratos de imprimir libros de texto por más de 100 millones de pesos. Ahora las redes sociales y las conferencias periodísticas denominadas las mañaneras son otra alternativa de información. Lo mismo influyen las giras a los estados y la información de las diversas acciones del gobierno federal que permiten tener otra alternativa.

Lamentablemente en otros gobiernos locales en los estados no existe esa actitud de transparentar todos los actos de los ejecutivos locales. Existe un velo de burocracia que nos impide saber qué se hace y lo que es más importante, cómo se hace.

Fin.