Tiempos tempestuosos y de esperanza 
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Debates y Deslindes

Tiempos tempestuosos y de esperanza 

 


Las noticas este fin de año se suceden una tras otra, como todas, anuncian hechos importantes y trascendentes para el desarrollo del país, es difícil escoger cual es la que hay que destacar e interpretar. Todas son importantes, porque cada una representa un eslabón en la manera de desenredar y terminar con el sistema administrativo que sustentaba el liberalismo que por más de 30 años nos recetaron los expresidentes emanados del PRI y sus aliados, PAN y PRD.

De todas las noticias publicadas esta semana, la puesta en marcha de la vacunación a los primeros ingleses contra el Covid-19 nos ha llenado de alegría y esperanza. No veíamos la salida a esta pandemia, salvo jugarnos la vida cada momento de salir a la calle y correr el riesgo de contagiarnos. Ahora aparece la esperanza, para los de mi edad, 80 años a partir del 17 de diciembre, de que nos vacunen en enero o febrero. Es una ilusión posible.

La otra noticia importante es la reforma al sistema de pensiones de los trabajadores, verdaderamente trascendente, que libera de la miseria a los jubilados y pensionados mexicanos. Las personas de más de 60 años en este país estaban destinadas a vivir en la miseria, a mal vivir, mientras aceleraba su muerte. La suma miserable que les daba el Instituto del Seguro Social o el ISSSTE, es tan pequeña, en la mayoría de los casos, solo permite mal vivir o sobrevivir.

El modelo neoliberal un sistema injusto e inmoral, busca que una clase económica se enriquezca a cambio de la explotación y el trabajo de las mayorías, dentro de ese esquema estaba como un exponente claro y definido de sus injusticias el monto de las jubilaciones. Desde el regreso de los neoliberales al gobierno de México, en el siglo XX cuando se abandonaron los principios de la revolución mexicana, se aplicó un modelito económico que permitía la explotación del trabajador, el sacrificio de los pobres y la rápida concentración de la riqueza en una elite. La constante era pagarle poco al trabajador no solo durante su vida útil laboral, sino cuando se retiraban. Para ello se fueron adecuando una serie de leyes y reglamentos que permitían crear un modelo de producción donde se explotara al máximo a los trabajadores y las ganancias fueran mayores para los dueños del capital y de los bienes de producción. Los sueldos eran bajos. Se convirtió en un dogma la frase de que, si aumentaba el salario, subía la inflación.

Esa era la razón económica, para mantener salarios de hambre. No hay que olvidar que las pensiones, se dan sobre el sueldo base, sin compensaciones y sin sobresueldos y resultan, la mayoría de las veces, cantidades irrisorias y más bien simbólicas después de una vida dedicada al trabajo permanente. Con una votación mayoritaria de Morena se aprobó un nuevo esquema de aportaciones que le permitirán al trabajador en lo futuro tener una jubilación decorosa en la etapa de su vida en que más lo necesita, la vejez y la incapacidad laboral fue sin duda una victoria de la clase trabajadora del país.

Llevar a cabo una cuarta transformación en el país no ha sido nada fácil, se han tenido que modificar leyes, reglamentos, disposiciones jurídicas y figuras administrativas que permitían el uso indiscriminado del dinero público. Una de las expresiones más importantes del modelo neoliberal era que no se penalizaba la corrupción.  Los negociantes del poder y de la influencia estaban exentos de culpa de actos de corrupción. Ser corrupto no era un delito, era una virtud. Los funcionarios eran libres para robar y corromper con los bienes públicos. Durante treinta años de gobierno, las administraciones neoliberales armaron una estructura que no solo permitía los abusos, sino que los premiaba. Todo estaba armado, bien armado.

A la llegada del gobierno de la cuarta transformación hubo que modificar la estructura jurídica, desde los lineamientos constitucionales, las leyes secundarias, los reglamentos. Cambiar a los administradores que estaban en los puestos claves, castigar a los que habían participado en los robos más escandalosos.  La lucha ha sido cotidiana y perseverante, México es ahora otro país, aunque prevalezcan algunas de sus lacras y deficiencias.

En el escenario político empiezan aparecer las alianzas y amarres para participar en las próximas elecciones con el único fin de terminar con la mayoría de los votos que tiene Morena en la Cámara de Diputados y ganar algunas de las gubernaturas que están en juego. Los enemigos de AMLO han olvidado que la elección de candidato de Morena fue la respuesta a un descontento real y cada vez más preocupante que existía. Las injusticias y la desigualdad social ponían en peligro la subsistencia y la estabilidad del país. De estas alianzas anunciadas no ha salido una sola propuesta política, un plan alternativo viable, el Prian unido al PRD están en una lucha por el poder y el dinero solamente, sin ningún programa social sin ningún postulado trascendente.  No les interesa dar una respuesta política a las causas que llevaron a AMLO a palacio nacional.

Les interesa la lana y el poder, sin ningún objetivo político. Propician el fracaso de las soluciones que intenta AMLO para responder al descontento, nacional, pero ellos no ofrecen otra alternativa viable. Porque no les importa. La oposición a AMLO no tiene principios, ni ideología. Las alianzas que han formado el PRI y el PAN son una vergüenza para la vida pública de México, para la democracia, para las normas más elementales de convivencia política. Se dice que la 4T gobierna solo para una parte de los mexicanos e ignora a las clases medias y superiores, puede ser cierto, pero es urgente frenar el descontento y el abandono en que están las mayorías de mexicanos. Por eso el gobierno de AMLO ha planteado muy claramente sus prioridades en una frase que les duele hasta las entrañas a los promotores de la corrupción y el descontento. Primero los pobres. Fin.  HYPERLINK “mailto:[email protected][email protected]