Flores Magón, un revolucionario
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Flores Magón, un revolucionario

 


*Macedonio Alcalá

La semana pasado vino el presidente Andrés Manuel López Obrador a recorrer una de las regiones mágicas de Oaxaca: la Cañada, en el norte del estado, donde colindamos con Puebla. Nunca un presidente de México había dedicado tanto tiempo a Oaxaca. En los últimos meses ha venido a las diversas regiones, estableciendo compromisos concretos de obras importantes, visitó todos los hospitales de la región, modificó la forma de promover el desarrollo, evitando intermediarios en las obras y entregando a cada comunidad el dinero que les dedica la Federación.
Aprovechó el viaje para recordar y rendir homenaje a uno de los revolucionarios más puros y valientes, al precursor de la Revolución Mexicana, Ricardo Flores Magón, una vida y una pluma revolucionaria puesta al servicio de la Independencia de México. Un anarquista con una natural tendencia a la subversión. Un soñador. La Revolución Mexicana no hubiera sido posible sin el trabajo previo que hicieron los grupos flores magonistas en 1906 y en 1908, a través del periódico Regeneración que se publicaba desde 1900. Las ideas y la participación de los magonistas detonaron las huelgas de Cananea y Río Blanco y prepararon a la Ciudad de México y el centro del país en la lucha contra la dictadura. Fue una labor constante de círculos de estudio, distribución de documentos, discursos y cientos de actividades con los obreros para llevar las ideas que prepararon el terreno para la caída de Porfirio Díaz.

Flores Magón es un héroe puro, nunca tranzó ni vendió sus ideas, mantuvo la firmeza de sus principios. Murió el 21 de noviembre de 1922 en la cárcel de Leavenworth en circunstancias inexplicables. Oficialmente, murió de un paro cardiaco; extraoficialmente, se comenta que fue ahorcado por otro preso o apaleado por los guardias.
Con Flores Magón ocurre un fenómeno curioso, a pesar de que combatió a la dictadura, los revolucionarios de la lucha armada no lo aceptaron, nunca cargó un fusil; sin embargo, su pensamiento y principios libertarios están presentes en toda la bibliografía de planes revolucionarios y escritos de principios del siglo XX de los diversos grupos armados donde recogieron su ideología, su ética revolucionaria su fuerza y coherencia. Cuando muere, el magonismo es tomado por el gobierno triunfador e incorporado a la cosmogonía revolucionaria de ese momento.
Ricardo Flores Magón nunca tomó un fusil, pero su pensamiento revolucionario permea en las acciones de los caudillos. Zapata, Villa, Obregón, Carranza, no eran ideólogos, a ellos los movía en algunas ocasiones la ambición del poder. Atrás de ellos estaba el pensamiento de Antonio Díaz Soto y Gama, el maestro Otilio Montaño, de Cabrera que habían leído a los revolucionarios franceses y americanos, pero sobre todo a Ricardo Flores Magón, quien desde el periódico Regeneración incendió el país desde 1900. Junto a la tarea subversiva del magonismo, la obra de Francisco I. Madero toma otra dimensión.
Nicolás T. Bernal era el Benjamín del flores magonismo, quien mantuvo hasta su muerte los principios y la ideología de Ricardo Flores Magón. Nicolás tiene el inmenso honor de que gran parte de la correspondencia de Ricardo comienza con las sagradas palabras de “Querido Nicolás”, quien lo escogió como su destinatario para la correspondencia que divulgaba el credo magonista.
Cuando en su recorrido por Oaxaca llegó el presidente de México López Obrador a la región que se conoce como Puerto del Aire se bajó de su camioneta y admiró el paisaje. Con alegría exclamó. “Esta es Huautla, la tierra de María Sabina, pero no sólo eso, de esta tierra mazateca son originarios los hermanos Flores Magón, precursores de la Revolución Mexicana. Extraordinarios, Ricardo, un apóstol de la Revolución Mexicana, nunca traicionó sus ideales, nunca traicionó al pueblo. Murió en la cárcel, siempre los vamos a recordar con cariño En Oaxaca, la Sierra Norte se conoce como la Sierra de Juárez; esta Sierra Mazateca debería de llamarse la Sierra de los Flores Magón. Oaxaca es historia y es cultura, repito, es de los pueblos con más cultura en el mundo”.
Pocos son los esfuerzos que se hacen en Oaxaca para recordar y divulgar a los Flores Magón, hace un año se publicó la obra del maestro Humberto Escobedo Cetina denominada Ricardo Flores Magón, Vida y Obra. Ojalá y esta visita del presidente a la tierra de los Flores Magón sirva para retomar esa figura del revolucionario más puro que ha tenido nuestro país. Bien por un presidente que está rescatando la historia de una serie de héroes y mexicanos valiosos y olvidados.

MACEDONIO ALCALÁ
Desde pequeños a los oaxaqueños nos arrullan con el vals Dios Nunca Muere; más grandecitos aprehendemos la triste historia de don Macedonio Alcalá y algunos oaxaqueños de la vieja guardia, cuando escuchan esta melodía, se ponen de pie y comentan que es el himno de todos los oaxaqueños. Por eso cuando vamos al teatro el nombre del recinto nos recuerda a ese gran mexicano. Don Macedonio es una gloria nacional.
Con motivo de los 150 años de su muerte se ha organizado una serie de festividades, conferencias, conciertos, poesía, teatro y plástica. Oaxaca huele a Macedonio porque del 22 al 26 de agosto nos dimos un baño de su historia y la historia de Oaxaca en la última mitad del siglo XIX y principios del XX.