Morena acusó recibo de la encuesta

Varios intentos realizaron desde el frente opositor para nulificar los obuses que desde el partido en el poder les lanzaron. Todos fracasaron.

Había algunos que eran deliciosos bombones, pero no surtieron efecto. Los abusos cometidos por servidores públicos, las corruptelas de otros, las casas de Rocío Nahle, los audios de los familiares del Presidente, nada funcionó.

Las pruebas en contra de los supuestos corruptos fueron desestimadas, los desvíos de recursos ni siquiera fueron considerados. Todo era tratado con desdén y se acusaba a la oposición de mala fe, de intentos por desacreditar los avances del actual sexenio

Después de mucho intentarlo, el frente opositor localizó el lado débil de la 4T y su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum. Les pegó donde más les duele y dejó en claro el flanco por el que podrán repetir el golpeteo.

Acostumbrados a que una docena de encuestas, sondeos y levantamientos realizados por empresas a las que no les importa quedar en ridículo, los opositores localizaron a una empresa dispuesta a sacar sus propios números, los que, finalmente, beneficiaron a Xóchitl Gálvez, en la primera medición que le favorece.

Massive Caller, la empresa encuestadora que no trabaja con el conglomerado de Sigamos Haciendo Historia, sacudió las consciencias y las sólidas estructuras del partido en el poder, que pronto respondió y acusó que eran cifras inventadas, pues en las suyas siempre sale favorecida la exjefa de Gobierno de la CDMX con números de dos dígitos de ventaja sobre la opositora Xóchitl Gálvez.

No les gustó ni tantito que se equipara a Xóchitl con la misma popularidad de Claudia y menos pusiera en entredicho la percepción vendida por los cuatroteistas.

Acusaron que dicho levantamiento no satisfacía los requisitos de una encuesta ni el rigor que deben de tener los sondeos y encuestas que midan las intenciones del voto, pero el daño ya estaba hecho.

La verdad es que sabiendo cómo se manejan las encuestas y teniendo a la gran mayoría de los encuestadores de su lado, los del partido en el poder debieron dejar de lado sus reclamos y continuar con sus cifras alegres, aunque la realidad es que ya le empiezan a molestar los comentarios sobre un posible triunfo de la oposición.

Hasta hace poco tiempo, las encuestas y sondeos publicados eran sumamente favorables a Morena y sus aliados, tanto en el presidencial como en los nueve estados con cambio de gobierno, por lo que pusieron mayor atención en convocar a los votantes a hacerlo también por los diputados y senadores.

Las cosas parecen cambiar y hasta el momento dos gobiernos se encuentran totalmente favorables para los cuatrotistas (Chiapas y Tabasco), otros más para los opositores Guanajuato para el frente y Jalisco para MC y los otros cinco están sumamente competidos, unos más que otros. Para los morenos, CDMX, Morelos, Veracruz y Yucatán son una incógnita, pero también Puebla empieza a resquebrajarse la unidad en torno a su candidato.

Los focos rojos se encuentran encendidos y no es difícil que en los próximos días aparezcan varias de las encuestas que cuentan con contratos desde los tiempos en que Claudia era la Jefa de Gobierno y asomaba como uno de los más sólidos aspirantes presidenciales.

Vale la pena preguntarse si el frente opositor cuenta con un respaldo para repetir la dosis, ya que notó el efecto que causó en las filas de Morena y activó la serie de descalificaciones con la que se surtió a una Xóchitl que ahora sí disfrutó su mejor día como candidata.

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Curiosa resulta la división en algunos grupos que manifiestan su apoyo a la candidata presidencial de Morena. Es cierto que los dirigentes del SNTE, mineros, sindicalizados del IMSS, del grupo de electricistas, trabajadores petroleros y CATEM, respaldan abiertamente a Claudia Sheinbaum, pero en algunos estados su apoyo es distinto. Ricardo Aldana y Pedro Haces están con el proyecto de Pepe Yunes en Veracruz y el propio Haces en Morelos apoya a Lucy Meza.

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