De cárcel a remanso cultural
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Opinión

De Frente y de Perfil

De cárcel a remanso cultural

 


Decía hace un siglo el sonorense Álvaro Obregón que no había general que resistiera un cañonazo de cincuenta mil pesos, una cifra extraordinaria en aquel entonces.

Esa expresión pronunciada por quien fue dos veces electo presidente de la República, aunque solamente ejerció en una, da idea de lo profundo de la corrupción en México.

Uno de esos lugares en que se enraizó más la corrupción, fue en el sistema penitenciario nacional, donde la fragilidad de las rejas y paredes de los reclusorios ha quedado evidenciado en ocasiones varias, sin importar si son simples cárceles o prisiones de alta seguridad.

Las Islas Marías siempre fueron representativas de ello y durante algún tiempo se convirtió en la prisión de máxima seguridad del país, donde eran enviados los reos más peligrosos.

Fueron famosas las cuerdas hacia las Islas Marías causaban expectación entre la gente, ya que además de los prisioneros iban, en muchos casos sus familiares cercanos, lo que permitió tener una isla sumamente poblada, de la que era difícil salir con vida.

Películas, libros, historias y vivencias llenan el escenario que ahora será un santuario cultural, al que se podrá acceder, para conocer un sitio que al igual que Lecumberrí, además de histórico, será recordado como terrorífico.

Las Islas Marías se suman a la historia de grandes prisiones del pasado que dejaron de serlo, por convertirse en inhumanas y obsoletas, entre las que se ubican san Juan de Ulúa, Belem, Tlatelolco, La Ciudadela y el ya mencionado Palacio Negro de Lecumberri.

Se dio paso a otro modelo de prisión, más seguras, según esto, merecedoras de las más avanzadas tecnologías, cuyos muros pronto fueron vencidos por la misma corrupción imperante en las otras.

Nunca como en el presente la frase de Obregón cobró vigencia y mostró la fragilidad de los muros, por más altos que se encuentren o sean fortificados o hasta electrificados y que vencer el monstruo de la corrupción, de los sobornos y de las triquiñuelas es todo un reto a vencer.

En lo que respecta a las Islas Marías tuvieron vida como prisión de 113 y a diferencia de las cárceles mencionadas anteriormente no fueron asiento de personajes históricos famosos, como Pancho Villa, Francisco Zarco, los hermanos Flores Magón, Filomeno Mata o hasta el legendario Jesús Arriaga “Chucho el Roto”.

Las Islas Marías fueron un intento para mostrar la readaptación de los presos, los que se mantenían, según fuese el caso, en un entorno familiar, que permitiría su readaptación dentro del modelo de sociedad de aquellos años.

Ahora, dentro del modelo de la Cuarta Transformación, las Islas Marías serán un templo cultural, dedicado a las artes.
Valdría le pena revisar cuántos personajes se beneficiaron con un sistema carcelario que no funcionó.

2. Ricardo Gallardo, coordinador de los diputados federales del PRD dejó de serlo y renunció a esa bancada, la que queda totalmente reducida, después de que al igual que el potosino se fueron otros legisladores que se declararon independientes.

Gallardo, conocido como “El Pollo” es uno de los pocos diputados federales que ganaron su elección, bajo los colores (hoy diluidos) del PRD el pasado mes de julio.

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