Cada vez que me subo a un camión del transporte público, me gusta observar a la gente que viaja en él, porque así me doy cuenta de una realidad, que pocos políticos conocen, todos los días millones de mexicanos viajan en camión, metro, pecera, taxi, colectivo, mototaxi y hasta en carretas para poder llegar a su centro de trabajo.
Ya no sé si reír o llorar, siento y veo cómo nos hundimos en la incongruencia, hace unos días anunciaron con bombo y platillo que aumentaría el Salario Mínimo General en nuestro hermoso país, de 80.4 a 88.36 pesos, a partir del 1 de diciembre, pero creo que esto es una burla.
Porque seamos realistas, vivimos en un país en donde más del 56% de hogares recibe entre uno y dos salarios mínimos por día, o sea ¿una familia integrada por cuatro personas deberá subsistir con 88 pesos?
Pongamos el panorama de otra forma, cómo pretender que con esta cantidad de dinero se pueda comer tres veces al día, vestir, calzar, vacacionar y acceder a cultura, salud y educación.
Es muy triste este panorama, qué podría comprar con 8 pesos: una paleta, una botella de agua, 600 gramos de tortillas, tres bolillos o una bolsa de palomitas. Tomar un camión urbano, porque sólo se tendría para la tarifa de un viaje de ida.
¡Caray! Ni para el kilo de alimento de un perro, ya que el más barato a granel está en 20 pesos, por lo que es probable que tengamos que prescindir de la compañía de las mascotas, ya no se pueden dar este lujo, o come el perro o come la familia.
Reitero, como siempre, que el discurso politiquero en las campañas, principalmente es “Mejorar la calidad de vida y disminuir la pobreza”, palabras que se escuchan cada año en los múltiples candidatos, sin importar partidos, que como osos amaestrados sólo giran en su propio eje, repitiendo las palabras que aprendieron mientras recibieron coaching, para hablar bonito frente al electorado.
Creo que el hartazgo social es generalizado, cómo pretender que todo está bien, si la miseria inunda nuestras calles, en México cada vez hay más hambre, asaltos, feminicidios, violaciones, secuestros, bloqueos, políticos corruptos que vacían las arcas públicas y acoso (laboral, sexual, etc).
Es curioso que el Coneval estime que, para cubrir las necesidades básicas de un hogar mexicano compuesto por cuatro personas, éste debería recibir 11 mil 291 pesos, pero la realidad es otra, la mayoría de las casas sólo reciben 2 mil 600 pesos.
La sociedad mexicana, en general, vive una realidad desoladora, misma que sólo se podrá cambiar cuando se apliquen correctas políticas públicas y dejen de robar los que acceden al poder, y claro se ofrezca la oportunidad de crecimiento para que haya más empleos que dejen de ser temporales y ofrezcan prestaciones de ley a los trabajadores para que sus familias estén protegidas.
A veces, siento como si las Parcas mitológicas llevaran los hilos de la economía y política mexicana. Manipulando y cortando la vida de los mortales, y tal vez pareciera que privilegian sólo a algunos. Pero luego me acuerdo, como dice el meme, que, sin importar posición social, edad, género, preferencia sexual, partido político, profesión o gustos musicales, todos somos simples mortales.
Por ejemplo, lo que le pasó al director de Izzi, Alfredo Lagos Espinosa, el cual murió a causa de una bala disparada por uno de sus escoltas, misterio resuelto por la justicia.
Bueno, y para terminar, en lo que las Parcas deciden qué pasará con las próximas elecciones y quién será más pobre en los próximos meses (claro esto ya es una estadística prescrita), sigamos celebrando el excelso aumento que la Conasami (Comisión Nacional de los Salarios Mínimos) decidió aprobar.
Sigo emocionada de saber en qué se podrían gastar los 8.86 pesos que aumentarán por salario mínimo, y como la mayoría de las casas mexicanas reciben como máximo 2 salarios, qué harán con los casi 18 pesos más que llevarán como sustento para el hogar.
@fuaper
