Columna sin nombre
Guardia Nacional
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El mapache guasón
Al desaparecer el mando de la Sedena, sobre la Guardia Nacional, y pasar a la Secretaría de Seguridad Pública, con mando civil según sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, el pasado martes, no surgirán grandes cambios.
Además, el jueves 20, se añadió que este cambio de adscripción tendrá efecto a partir del uno de enero de 2024. La Guardia Nacional seguirá uniformada, armada, organizada militarmente, pero bajo la adscripción a otra Secretaría de Estado, jurídicamente hablando, bajo el mando superior, en cualquier caso, del señor presidente López Obrador
En ese contexto, la guardia se dedicará a la Seguridad Interior como Policía Federal, en cierta forma parecida a la Gendarmería Francesa y a la Guardia Civil Española, y podrá desde luego coordinarse con policías municipales, locales, con la Sedena y con la Marina Armada de México, en donde sea necesario: desastres naturales, alta delincuencia organizada y otras situaciones, pero bajo un mando civil, y eso es virtualmente todo.
Desde luego que el uno de enero se deberá nombrar al dirigente civil, hombre o mujer, y habrá que esperar hasta entonces. En mi opinión, la Guardia Nacional, necesita que su futuro mando se inicie en la tarea de conocer a fondo este grupo armado, para lo cual es posible nombrarlo ya como subalterno y me digo: ¿Qué tal Omar García Harfuch?
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.