2028 debe esperar

Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal, durante el tercer temblor.

El mapache guasón

           En la Cámara de Diputados y en la de senadores, siempre no se aprobó que el Ejército Nacional, la Marina y Guardia Nacional, continúen en tareas de seguridad interna hasta el año 2028.

En el conteo de senadores necesarios para aprobar la iniciativa de reforma a la Constitución, Morena no reunió los votos necesarios, y en consecuencia no se presentó al pleno de la Cámara Alta para su votación, simplemente, se regresó la iniciativa  a comisiones para una mejor oportunidad.

Los comentaristas consideran este hecho como un triunfo de la oposición contra el Gobierno Federal, y con gran énfasis, Dante Delgado, presidente del partido   Movimiento Ciudadano, festejó ese triunfo como si hubiera sido propio. En otras palabras, las fuerzas armadas federales estarán en la calle sólo hasta el 2024.

Sin embargo, hasta estos días, no existen policías capaces de contener la delincuencia, y se piensa —yo entre ellos— que sólo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) puede con el paquete, por lo que parece indispensable que el Ejército no regrese a sus cuarteles.

Se habla de que existen decenas de miles de policías locales, tanto municipales como locales, en donde se cuenta con elementos capaces pero no lo suficiente, ya que la mayoría de esos cuerpos de uniformados no tienen la capacitación necesaria ni armamento adecuado; además están mal pagados.

Así las cosas, pareciera que la extensión hasta el 2028, para que la Sedena se encargue de la seguridad interna es necesaria, ya que capacitar a las policías locales parece imposible en dos años de este régimen.

A pesar de todo, el señor presidente López Obrador no da su brazo a torcer y ha afirmado que enviará otra iniciativa mejor revisada, para tales efectos. Esperemos, sobre todo, porque las masacres y asesinatos no ceden en todo el país.

Yo también soy pueblo.

Por allí nos encontraremos.