Tribunal popular
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Columna sin nombre

Tribunal popular

 


La anemia de Lozoya muestra, ¡Caray! lo mal que dan de comer en las cárceles españolas

El Mapache Guasón

 

Recientemente en una de sus conferencias mañaneras, el señor Presidente López Obrador, mencionó la expresión “Tribunal Popular”, quizá con el fin de que los casos de presunta corrupción que se lleven ante un juez de lo penal, sean al mismo tiempo “juzgados” por el pueblo.

Aunque la palabra pueblo, debe implicar a todos los habitantes de un país, AMLO pretende que se motive al electorado, con vista a las elecciones intermedias del próximo año de 2021.

En esa hipótesis, se inscribe su deseo para que los medios den difusión al caso Lozoya, y desde luego en el futuro inmediato a los casos de César Duarte, Genaro García Luna y Tomás Zerón, más los que se acumulen.

Me atrevo a cambiar la expresión Tribunal Popular, por la moderna de “Opinión Pública”, fundamentalmente, insisto, creada por los medios masivos de difusión y formada por todos aquellos que debemos votar, es decir los ciudadanos.

Un tribunal popular, como todavía existen en algunos pueblos originarios, en donde se exhibe a un infractor, y se le llega a castigar en público, azotándolo,  con varas de distinto tamaño de acuerdo a la gravedad de la falta, son inconstitucionales, aunque las expresiones  mismas como Juicio  o Tribunal Popular sean  muy sugerentes.

Así las cosas, es ya más que evidente la estrategia del Señor Presidente, de llegar a las elecciones mencionadas, con amplia difusión a los casos de corrupción que pueda llevar a los tribunales, y en esa forma lograr que en el imaginario colectivo a la hora de votar, se tome en cuenta su persona, aún sin estar en la boleta, y desde luego hacer pensar al electorado, que su dicho de la corrupción de otros años existió, y que se olvide la corrupción actual, y por sobre todas las cosas que esa opinión pública, ante las urnas, se pueda olvidar de la realidad del mal manejo de la Pandemia, de la crisis económica grave que ya está aquí, que se olvide de los dos millones de desempleados y la falta de ayuda del Gobierno a las empresas, que no a los empresarios para que se pueda conservar la planta productiva y tengan más posibilidades las empresas de reabrir cuando todo pase; en una palabra, se pretende,  que los casos de corrupción que se presenten, sean más fuertes en el ánimo del electorado que la realidad del hambre, e insisto, del desempleo y de la fuerte caída de la Economía.

Al tiempo.

Yo también soy Pueblo.

Por allí nos  encontraremos