INEGI en la fiscalización
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Columna sin nombre

INEGI en la fiscalización

 


¿Las joyas de la abuela también?

El Mapache Guasón

Existe una dependencia del Gobierno Federal, llamada Instituto Nacional de Geografía y Estadística, por sus iniciales conocida como INEGI, dependencia que recién realizó el Censo Nacional de Población y que se dedica a efectuar tareas puramente estadísticas.

Resulta que en la semana que termina, algunos miembros del partido en el poder- Morena- manifestaron la idea de que sea esta dependencia la que se dedique a fiscalizar a “todos” los mexicanos para conocer cuáles son sus bienes y que incluso deberían manifestar cómo los adquirieron. Así entendí la idea.

Se dejó correr la especie de que podrían entrar a los domicilios para determinar dichos bienes, en su caso cuantificarlos, y claro, informar inmediatamente a la Secretaría de Hacienda, al SAT pues. El rechazo a tal “idea” fue unánime en las redes y no recuerdo un asunto tan viral como este.

La propuesta de marras significaría una total y definitiva intervención inconstitucional en perjuicio de todos los ciudadanos.

Recuerdo que al inicio de las funciones de este Gobierno, se “acusó” a la entonces flamante Secretario de Gobernación, licenciada Olga Sánchez Cordero, que poseía un departamento en Miami, Estados Unidos, a lo que ella contestó en forma contundente algo que parafraseo de memoria: “llevo personalmente cincuenta años de trabajar y mi esposo también, así que ese departamento es producto de cien años de trabajo.” Cesaron los ataques.

Así las cosas, todas las personas, digamos de clase media, tienen en sus casa valores que vienen de familia, por ejemplo el anillo de compromiso de la esposa, los muebles adquiridos en años de trabajo, alguna obra de arte comprada hace decenas de años, y que en esa idea escandalosa, pudiera ser motivo de fiscalización. Absurdo. Así las cosas, el señor Presidente, en un gran acierto, rechazó esa idea y devolvió inmediatamente la tranquilidad a millones de familias. Sin embargo la semilla queda.

Yo también soy pueblo.    

Por allí nos encontraremos.