Todos coludos o todos rabones

Como se esperaba, la poca ayuda que puede ofrecer el gobierno del estado ante la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 es insuficiente y se diluirá más rápido que el agua entre las manos.

Criticable también es el hasta ahora silencio sepulcral de los tradicionales gritones del magisterio que, cuando deberían aplicar sus principios “solidarios” y de comunalidad que tanto pregonan para socorrer a sus eternos defendidos, nada han hecho. No han regalado ni una torta a los hambrientos ni un “mejoral” a los enfermos. Crisis como ésta sacan lo mejor y peor de cada sociedad, y se comprueba una vez más que las diferentes mafias que dicen luchar por la emancipación y el bienestar del pueblo únicamente lucran para beneficio personal de sus eternos líderes.

Lo mismo para la clase política, la que recorre calles de colonias precarias para pedir el voto pero que resulta incapaz de poner un solo centavo de su bolsa. Ni el gobernador, ni sus funcionarios, ni diputados, jueces y magistrados han puesto nada de su propio bolsillo porque todo lo que ofrecen es con cargo al presupuesto, que se construye con las aportaciones de todos.

No solo Oaxaca, el mundo entero está arrepentido de haber dedicado tiempo y recursos para fines equivocados. Si el dinero que se ha entregado al magisterio y sus grupos mafiosos y a la clase política local lo hubiéramos invertido en ciencia y tecnología, seguro tendríamos jóvenes oaxaqueños trabajando en encontrar una cura para ésta y otras pandemias que vendrán en el futuro.

La ayuda que ofrece el gobierno estatal es limitada y tiene un problema de origen: únicamente contempla a empresas formalmente establecidas, que son la minoría. Debería ser la norma, todos deberían trabajar en la formalidad, pero la realidad es que no es así. Oaxaca encabeza la lista de empresas y trabajos informales a nivel nacional. Por su misma condición ¿No merecen ayuda?

Esta pandemia no está afectando a los empresarios del zócalo y del corredor turístico únicamente, la afectación es general, aunque las empresas se ubiquen en colonias de la periferia de la ciudad o de alguna ciudad o comunidad del interior del estado.

Una vez más, grupos empresariales claman ayuda y publican desplegados. Una sencilla búsqueda en Google da cuenta de las veces que los empresarios oaxaqueños han solicitado auxilio por, como en cada ocasión, asegurar que están padeciendo, ahora sí, la madre de todas las crisis.

El Congreso local, la fracción de los morenos, desmintió el plan de ayuda del gobernador y, me asombra decirlo, concuerdo con ellos: no se está tomando en cuenta al grueso de la población, los apoyos fiscales solo les sirven a unos cuantos y la dichosa cantidad de dinero que ofrece para obras es la que se autorizó para el endeudamiento desde el año pasado. En este caso, lo que debe hacer el gobernador es, una vez recibido los recursos, empezar aplicarlos de inmediato en los terrenos que ocupa la zona militar, aunque habrá que estar atentos a que los contratos no se los repartan entre ellos.

Con los antecedentes de “rescates” económicos anteriores es necesario pensar mal. El dinero a fondo perdido se ha entregado tanto a cabezas empresariales y empresarios del centro de la ciudad como a líderes de toda clase de organizaciones, por lo tanto, pensar mal y creer que será lo mismo una vez más es casi una obligación. Hoy la situación es muy diferente, la falta de recursos es general y todos necesitamos apoyo.

El otro tema de la agenda estatal es la “entrega” del señor Vera Carrizal, supuesto agresor de la chica saxofonista. Y es tema por la oscura manera en que se dio y que hace suponer una serie de acuerdos, tráfico de influencias, poder y dinero.

Todo es un enredo: a través de Twitter el gobernador afirmó que se le detuvo, cuando en realidad él se entregó. Tuvo que hacer Murat todo un rally mediático en medios nacionales, con lo que se supone que costará, para poder aclarar puntos.

Muchas cosas llaman la atención: tanto Carrizal como su segundo, un señor apodado “Charrez”, vestían los dos de la misma manera, pantalón negro, camisa blanca de manga larga y mascarilla cubre boca. En ambos casos, las “detenciones” fueron realizadas por personal de la SSPO y no de la Fiscalía, por tanto, ¿la recompensa la cobrará el señor Salcedo Rosales?

Ambos circulaban libremente por las calles de la ciudad, uno de ellos fue detenido en una refaccionaria y el otro pudo llegar a la calle de Prolongación de Xicoténcatl, esquina con el Periférico, para tocar la puerta, ser recibido por el titular con todo y saludo de mano, entregarse y posar para la foto como grandes amigos. En esa foto, los que aparecen, por su lenguaje corporal sugieren lo que todo el mundo sospecha, incluida Elena, que hubo un arreglo previo. Otra foto circulando en redes alimenta la sospecha dada la cercanía del acusado con la gente del poder: aparece en una foto de campaña política, con camisas del Partido Verde Ecologista, posando con Sofía Castro y Raúl Bolaños Cacho; ella es alta funcionaria estatal y él es Senador.

Son notorias, también, las deferencias por alguien que carece de piedad y que, se supone, mandó matar en vida a una joven exitosa. El señor alegó sentirse indispuesto, un dolor en su pancita, y fue suficiente para que todo el aparato de seguridad lo llevara a las cómodas instalaciones de una hospital privado y lo atendiera el médico que el señor eligió. Con el ánimo de la gente como está, sí el señor hubiera sido liberado, la violencia y destrozos por las calles no hubieran esperado. Todos coludos o todos rabones, los apoyos económicos los merecemos por igual, sin discriminación. Por lo que a la justicia se refiere, sí el señor resulta culpable será merecedor de la misma compasión que tuvo por la víctima: ninguna.