Pluralidad en calles y ¿la deuda?
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BARATARIA

Pluralidad en calles y ¿la deuda?

 


No discutiremos aquí el éxito o fracaso de la llamada Marcha por la Democracia escenificada el domingo en la que participaron casi un millar de oaxaqueños y que se replicó en mucho más que un centenar de ciudades del país. Lo rescatable en Oaxaca y en el resto de la nación, sobre todo, es que la ciudadanía demostró que, a pesar del discurso oficial y la irritación que esto ocasiona en las filas de la 4T, en las calles hay pluralidad y hay un sector, por reducido que este sea, que se opone de manera consciente a fijar un discurso hegemónico

Ayer la pluralidad ganó la calle y entendió que, para que una democracia esté viva, sana y vigente lo central es que desde el poder se reconozca que existe el OTRO y con éste otro u otros el poder debe negociar, debatir, convencer y ceder; la marcha de ayer, limitada, si, reducida, también, pero es una muestra que las calles pueden ser tomadas para indicar al gobierno que hay diferencias.

“Andrés no es rey, para eso está la ley”, gritaron en Oaxaca los ciudadanos al entrar al zócalo desde la calle de Valdivieso. Ese debe ser el principal móvil para la siguiente elección: el respeto a la ley como reglas de convivencia cívica y política y no la amenaza de pisotearlas para inclinar la elección del próximo 2 de julio o imponer una voluntad.

Parecen verdades de Perogrullo lo que señala el Decálogo por la defensa de la Democracia, difundido el domingo. Algunos de esos puntos son los mismos con los que Andrés Manuel López Obrador nutrió “su movimiento”. Ahí esta que el presidente no meta las manos en la elección y deje votar en paz. Hoy la violencia es un factor para inhibir el voto o de plano inclinar la balanza electoral.

No más propaganda o abuso de programas sociales. Los gobiernos federal y estatal se han ufanado en Oaxaca de señalar la penetración de las dádivas a las familias oaxaqueñas; sin duda, ello también estará presente en las urnas. Que gobernadores y presidentes municipales dejen de desviar recursos públicos para la campaña oficialistas. Los programas sociales son un derecho están en la constitución no son propiedad o “idea” de un partido, de un gobierno o un caudillo.

No más campañas financiadas con recursos ilegales. Que los medios de comunicación cubran parejo todas las campañas de todos los partidos políticos, que se respete el derecho al voto.

Pero, sobre todo, que se pongan al frente los grandes problemas nacionales, que a las descalificaciones se antepongan propuestas para solucionar la inseguridad, crisis hídrica, la violencia, el hambre, políticas educativas y de salud, eso es lo toral para la sociedad.

Los oaxaqueños y los mexicanos debemos entender que la elección del Congreso de la Unión es tan importante como la presidencial porque ello permitirá poner diques a intenciones autoritarias o a las reformas regresivas que ha presentado el Ejecutivo el 5 de febrero y que, entre otras, tomaría por asalto a instancias autónomas como el INE, el Inegi, la CNDH (por muy inútil que esta sea), la Comisión Reguladora de Energía o poner en jaque a la SCJN, entre otras.

El siguiente paso, señalan los analistas políticos, es que “toda la ciudadanía entienda que el 2 de junio tenemos que votar para defender la democracia”.

La democracia, sin duda, requiere de un discurso disidente aunque no estemos de acuerdo con él; la oposición debe ser escuchada para corregir decisiones, debatir, escuchar para centrar discursos y políticas de estado, evitar afectaciones a grupos reducidos o a la población a largo plazo.

 

¿TAPAN UN HOY Y DESTAPAN OTRO?

Plausible que el gobierno de Salomón Jara se vea obligado a pagar la deuda de más de 12 mil millones de pesos de la deuda heredada por la administración pasada con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Deuda gestada por lo menos tres administraciones y que repuntó con Gabino Cué, de la cual fue parte el actual gobernador.

La mala: que esta es una exigencia por parte del gobierno federal para armar la vaquita necesaria y contar con recursos al arranque de la reforma a la Ley de Pensiones. ¿De dónde hará economías el actual gobierno para finiquitar, antes del 1 de mayo, esa cantidad? Dijo ayer el secretario de Finanzas que serán recursos derivados del ahorro presupuestario y negociaciones con autoridades federales.

Del día de hoy, 20 de febrero al 1 de mayo restan 60 días. Para ajustar los 12 mil millones de pesos el gobierno deberá hacer economías de 200 millones de pesos ¡diarios! Ello sin duda, obligará a realizar recortes, como indicó ayer el secretario de Finanzas, Farid Acevedo López.

Ante esto surgen varias preguntas: ¿dónde, en qué rubros o programas el gobierno jarista aplicará recortes para ajustar esa cantidad? ¿Habrá despidos? ¿Qué hay de programas electoreros disfrazados de sociales como “Mi primera Chamba” o la tarjeta Margarita Maza?

Acevedo López indicó que el gobierno federal requiere de integrar una bolsa de 64 mil mdp por lo que demanda el pago de la deuda que detentas los gobiernos estados para financiar ese programa. No nos oponemos a elevar las pensiones y jubilaciones a quienes ya se han ganado ese derecho. Sin embargo, esa cantidad es finita. Algunos especialistas indican que no alcanzará ni para el primer año, pero damos el beneficio de la duda y aceptamos que servirán para varios años, pero, ¿y luego? En Oaxaca habrá recortes. La deuda más onerosa de 17 mil mdp con los bancos es de mayor carga por los intereses que representan.

Dejarán una bomba de tiempo.

Por cierto ¿qué pasará con esos 3 mil 500 mdp de deuda que presuntamente serían utilizados para reestructurar esos compromisos?