Los atropellos de la “justicia”

El operativo fue brutal y ocurrió en un domicilio de la ciudad de Oaxaca. El llanto desgarrador de una menor de edad pone los pelos de punta. En una casa familiar, se observa decenas de hombres vestidos de negro, con armas largas, mientras intimidan a mujeres y sobre todo, a niños. Gritos, insultos, jaloneos. El video de unos tres minutos, pareciera un operativo contra narcotraficantes o cateo en casa de robachicos, pero no. Se trata de cumplir una orden judicial para devolverle a un padre influyente a su hija de seis años, pese a que la madre tiene en posesión la custodia.

Pero, ¿por qué hombres armados hasta los dientes para cumplir al pie de la letra esta orden judicial girada por la juez V de lo Familiar del Centro y consumado por la agente del Ministerio Púbico adscrita a ese mismo juzgado, con el apoyo de elementos de las Agencia Estatal de Investigaciones? ¿Así de humanizada está la justicia que se imparte en Oaxaca? ¿Así de burdos e intimidantes los procedimientos cuando una pareja se disputa la paternidad de un menor de edad?

En el video, se aprecia cómo uno de los elementos arrebata de las manos de su madre, que en ese momento se bañaba con la pequeña de iniciales S.D.R.M., y la carga de manera inapropiada para alcanzar la calle y subirla, por la fuerza, a una camioneta blanca, mientras es escoltado por una veintena de integrantes de la AEI con cuernos de chivos en las manos, como si este fuera un operativo en contra de delincuentes peligrosos como el “Chapo” o Caro Quintero.

“Vengo a exigir justicia a esta víctima que como muchas lo han sido del sistema. Por su hija de iniciales S.D.M.R., de apenas seis años de edad, por su familia, por el actuar arbitrario, negligente, sin perspectiva de infancia y sin perspectiva de género de la Juez V Familiar de distrito judicial del Centro, de la agente del Ministerio Público adscrita a dicho juzgado, pues, que como vieron en el video, se bajó corriendo las escaleras, cuando la hija de la víctima comenzó a llorar de manera desesperada y la Fiscalía Especializada de Delitos Contra la Mujer por Razón de Género, quien ha sido omisa y negligente con la judicialización de la carpeta de investigación de la víctima, quien desde hace siete meses denunció  la sustracción de su hija por parte del padre de ésta, cuando ella tenía su custodia, así como a sus veinte agentes estatales de investigaciones, quienes ejecutaron el viernes 1 de diciembre del presente año, una orden de cateo en un asunto de naturaleza familiar”, denunció la diputada Liz Arroyo Rodríguez.

Y agregó: “Acciones arbitrarias y graves que no podemos seguir permitiendo, pues se violentaron gravemente los derechos de la niña de seis años quien fue arrebatada de sus brazos de su madre. Un niño de seis años que observó cómo los agentes torturaban a su tía para arrebatarle a su hija. Violencia contra un niño de 10 años de edad quien fue intimidado por un agente estatal que portaba un arma larga; un joven de 18 años que fue encañonado por estar grabando en ese momento el video”.

“Eso es la violencia vicaria que no sólo se da en el ámbito familiar, sino también en el ámbito institucional y es reiterativo en donde el agresor extiende su violencia a través de las propias instituciones, en donde mandan un mensaje por la falta de efectividad no sólo de los jueces sino de la Fiscalía del Estado que hasta este momento nos debe y nos debe mucho. Pido que este asunto se trate de urgente y obvia resolución con pleno respeto a la independencia judicial y la autonomía constitucional; exhortar al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Oaxaca y al Fiscal General del Estado para que ambas instancias en el marco de sus respectivas competencias investiguen, sancionen y en su caso reparen el daño a las víctimas”, sostuvo la legisladora.

¿Qué es la violencia vicaria?

La violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso a utilizar recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres en muchas ocasiones. El ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan. Esas hijas e hijos sufren un daño irreparable y son también víctimas de violencia de género. El objetivo es el control y el dominio sobre la mujer, en un alarde máximo de posesión en una relación de poder que se sustenta en la desigualdad.