Autoevaluación de floreros
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BARATARIA

Autoevaluación de floreros

 


Ayer, viernes 13 de octubre concluyó el proceso de autoevaluación en el Sistema de Información del Comité de Control Interno (Sicocoi) de la Secretaría de Honestidad, Transparencia y Función Pública, un mecanismo tan insulso y anodino que es prácticamente inútil para garantizar la claridad en la labor del trabajo público.

El proceso implicó del 18 de septiembre y la mitad de octubre y son 94 entes públicos del gobierno estatal los sometidos a este procedimiento y que integran 88 Comités de Control Interno ¡qué se autoevalúan! Dicen que para “para fortalecer los sistemas administrativos y operativos con acciones y actividades de control previo, simultáneo y posterior, contra los actos y prácticas indebidas o de corrupción, promoviendo el debido y transparente logro de los fines, objetivos y metas institucionales”

Un verdadero galimatías.

La calendarización se dividió en 6 bloques y en cada uno se agruparon diversas dependencias. Para que se den una idea, querida lectora-lector de las trascendentales preguntas de la autoevaluación.

¿La institución cuenta con un Comité de Ética y de Prevención de Conflicto de Interés debidamente instalado y conformado? ¿La institución cuenta con un Comité o Grupo de Trabajo de Auditoría Interna debidamente, instalado y conformado? ¿La institución realiza diagnósticos para conocer sus fortalezas y debilidades, así como sus oportunidades y amenazas? ¿La institución cuenta con algún lineamiento, procedimiento, manual o guía en el que se establezca la metodología para la administración de riesgos de corrupción y la obligatoriedad de realizar la revisión periódica de las áreas susceptibles a posibles actos de corrupción en la institución? Son ¡59 preguntas en este sentido!. Una comedia de examen de “evaluación”.

Pero realicemos un ejercicio ficticio, querido lector. ¿Qué autoevaluación podría realizar, por ejemplo, el titular de Sinfra, Netzahualcóyot Salvatierra, quien debería reconocer que a 10 meses de la presente administración no solo ha realizado una obra de mediana importancia? Ni siquiera plantea un plan de trabajo medianamente convincente para los siguientes meses.

Persiste el abandono y deterioro de la infraestructura urbana de la capital y el estado y es hora que no ha podido hacer efectivas las garantías depositadas por las obras inconclusas, por ejemplo, de Símbolos Patrios o el Circuito Interior, que se cae a pedazos, sin que se finquen responsabilidades a exfuncionarios. ¿Y qué hay de Casa de Alas? del centro de convenciones o de congresos de Huatulco, de Centro Cultural Álvaro Carrillo, entre otros. ¿Cuánto tiempo más estarán sin terminar?

¿Cuál sería la defensa del director de Caminos Bienestar (Cabien), Moisés Salazar Martínez, cuando los caminos estatales están destrozados? Son múltiples las quejas de usuarios de las condiciones en que se encuentran los caminos de las sierras sur y norte. La falta de revestimiento, inversión y nivelación hacia las cabeceras municipales atenidos a que el gobierno federal les haga la chamba.

¿Un indicador? Pues el más reciente comunicado a la ciudadanía fue emitido desde el 17 de junio de 2023 y daba cuenta del inicio de la pavimentación del camino a Santa María Jicaltepec con inversión de 17.6 mdp y eso porque estuvo presente Salomón Jara.

A la fecha no sabemos cuántas obras más se han iniciado. Ni siquiera el avance en Jicaltepec, si ya se concluyó o cuándo se proyecta hacer. Salazar Martínez, además, es un ilustre desconocido, que sería lo de menos, pero debería dar cuenta de su trabajo. En una escala de 1 a 10, si hubiera una autoevaluación honesta ¿cuánto se pondría?

Pongamos ahora en el banquillo a la secretaria de Educación Pública de Oaxaca, Delfina Guzmán Díaz. Desde el momento mismo del anuncio de la creación de la SEP estatal surgieron los cuestionamientos sobre la duplicidad con respecto a la tarea del IEEPO. Guzmán Díaz está marginada de las negociaciones con la Sección-22; carecemos de noticias respecto a sus responsabilidades, las tareas encomendadas y menos las que realiza.

Nada sabe, conoce o tiene bajo su incumbencia respecto a la toma de decisiones sobre el sistema educativo. Se le ve muy activa en actos del gobernador, aunque estos poco o nada tengan relación en lo académico o pedagógico. Asistente recurrente a actos oficiales e infaltable a los actos de honores a la bandera en el mes de la Patria desconocemos, incluso, dónde despacha. Uno de los tantos floreros de la Primavera Oaxaqueña.

¿Qué calificación se autoimpondría la mujer que por su sangre corren las venas que ha ido dando de bandazo en bandazo y representan un verdadero lastre para la Primavera Oaxaqueña con las múltiples pifias, como la falta de respeto a nuestra cultura, promotora de destrucción impune de edificios históricos, manoseo y comercialización de nuestra cultura?.

Sin duda el que tiene “pase automático” sería Emilio Montero, titular del IEEPO quien, con un alud de recursos se ha concretado a aceptar todas las condiciones que la ha impuesto el magisterio oaxaqueño, los normalistas a través de la Sección 22. ¿A cambio de qué, cuáles son los compromisos que arrancó a la Sección 22? ¿Les solicitó mayor presencia en las aulas, mejorar la calidad educativa, escuela ampliada, profesionalización magisterial, activación de la Nueva Escuela Mexicana, respeto y complimiento a los planes de estudio? Ahí le dejamos su boleta, para que se califique estimado director del IEEPO.

¿Y Alma Lilia Velasco Ibarra? Quien recibió un sistema de salud en coma y ella ha hecho lo posible para quitarle es respirador artificial. Le explotó la muerte por rabia de infantes mordidos por un murciélago y desatención de los Servicios de Salud que deberían velar por nuestro bienestar. Severo rezago en la vacunación infantil, protestas del personal, paros en hospitales. La prestación de servicios, deficientes, inoportuna, discriminatoria y lenta.

El mayor “logro” es, con el apoyo del sindicato al cual le debe el puesto, frenar el arribo de especialistas a sector salud y desterrar a los pocos que aceptaron los puestos indeseados por los sindicalizados. Durante su gestión, la deuda de los Servicios de Salud no sólo no se ha disminuido, mucho menos frenado, se ha incrementado en 10.4% al pasar de 15 mil 404 millones de pesos a 17 mil 7 millones de pesos. Justificable si no faltaran medicamentos, especialistas, insumos. Pero estamos igual o peor que con los gobiernos “corruptos”.

Así es que ¿cuál sería la primera autoevaluación en la Primavera Oaxaqueña?