Problemas donde no los hay

“Llevan problemas a donde no los hay”, quizá sería una de las frases que definirían los primeros 10 meses de la administración morenista. Omisos ante el problema y la crisis por el paso de migrantes por nuestro estado, el gobierno optó por una poco clara alianza con una organización en el umbral de lo delincuencial para salir del brete de tener a los extranjeros en las calles y hacer frente a la creciente xenofobia que comenzaba a manifestarse en Oaxaca.

La ciudad de Oaxaca tiene múltiples espacios como gimnasios, campos deportivos, galerones, bodegas, el propio terreno en disputa de la exfábrica de triplay para ofrecer lugares seguros, con servicios públicos y una estancia que permita despresurizar la crisis de migrantes en la ciudad, pero se optó por la salida más intrincada, enredada y plagada de oscuros compromisos al echar mano del “apoyo” como Catem, organización que realiza actividades al límite de la sombra de lo legal.

Se echó mano de un solar particular, aunque los lugareños de San Sebastián Tutla indican que fue “tomado” por Catem, creando inconformidad en ese tranquilo municipio del oriente de la ciudad. En una demostración de quien controla la zona, el gobierno y la Catem lograron imponer su ley y sofocar el intento de rebelión y rechazo al Centro de Movilidad Migratoria instalado en el perímetro y que el pasado viernes preludiaba problemas. La inconformidad y el rechazo fue sofocado en ese municipio donde la Asamblea Comunitaria acostumbraba hacer ley sus acuerdos.

En apenas una semana, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobierno, transitaron por Oaxaca 23 mil personas de nacionalidades como venezolanos, salvadoreños, ecuatorianos, hondureños, nicaragüenses, peruanos, colombianos, guatemaltecos, haitianos, cubanos, entre otros muchos.

Como si fuera un gran logro, el gobierno estatal indicó que en Juchitán más de 13 mil extranjeros abordaron algún autobús al centro de la República, en Valles Centrales, 10 mil personas; sin embargo, los migrantes siguen en las calles y se mantiene los ríos de personas arribando a Oaxaca, cuestionando la esperanza del gobierno de que esta crisis “sea temporal”. Lo dudamos.

El gobierno jarista está corriendo demasiados riesgos al apoyarse de Catem para crear este campamento. ¿Quién vendió la idea, la propuso y convenció? Los genios gubernamentales ¿sabrán el costo que tendrá apoyarse en esta organización?. La misma que ha generado violencia en las calles de Oaxaca, que bloquea, se ha adueñado de un amplio espectro del transporte en el estado imponiendo su ley: la violencia. Con esos hace “tratos” el gobierno.

En escasas horas doblaron la naciente protesta de San Sebastián que rechazaba a migrantes en sus calles y la creación de una “terminal alterna” en inmediaciones de la población.

Por cierto, los gobiernos federal, estatal y municipal están violando muchas normas al abrir esa “terminal alterna”. ¿Tiene permiso para operar en la zona? ¿Se cumplen con las normas oficiales mexicanas? ¿Es legal la venta de boletos y el prácticamente obligar a las líneas de autobuses a llevas unidades y acudir al San Sebastián para que migrantes aborden e inicien un viaje que los llevará por carreteras federales?

Los viajeros ¿cuentan con seguro de viajero? ¿Se realiza una revisión de los documentos que portan los migrantes? Si, como indican, se hacen traslados a precios módicos ¿Quién autorizó las tarifas al alza o a la baja? Ayer al menos tres patrullas municipales resguardaban el lugar, al final, un espacio privado.

Esta sui generis alianza podría salir cara, muy cara y en nada abona a la legitimidad de este gobierno que no sea en encontrar una salida fácil, no planificada.

Al Senado, con anemia

Muchas dudas despiertan las renuncias al gabinete de Salomón Jara respecto a la calidad de representación que tendría Oaxaca en el Senado, pues la intención es que se busque un escaño en la Cámara alta.

Tras 10 meses, las secretarías del Bienestar y Administración se convirtieron en trampolín político, a la antigua usanza.

Ninguno de los tres senadores oaxaqueños actuales repetiría: Susana Harp ¿Qué hacer con ella?; el ilustre desconocido suplente de Salomón Jara, Adolfo Gómez Hernández y el que se sacó la lotería, Raúl Bolaños Cacho Cué, a quien los priistas le reclamaban deslealtad e incumplimiento de acuerdos al llegar con el apoyo del PRI y voltear bandera. En el pecado llevaron la penitencia.

Estrada Mauro fue operadora política de Salomón Jara y lideresa en la anterior legislatura de la Cámara de Diputados local, su lealtad le ganó la posición, pero lejos, muy lejos está esta operación para alguien que contar con la estatura para llegar a las grandes ligas de la política nacional.

Por otro lado, la verdadera disputa será en lo que se refiere a la primera minoría. Dos estarían en la puja: el Partido Verde y del Trabajo, ambos aliados morenistas; uno escriturado como franquicia a los Robles Montoya, el segundo, un partido al borde de la inanición pero, con los pactos de Palacio, podría convertirse en el deshuesadero de priistas y, entonces entraría en acción Eviel Pérez, Gabriela Pérez y la mismísima Mariana Benítez.

Falta ver que dicen los militantes y “dueños” de esos partidos que, seguramente se doblarán para sobrevivir, y los morenistas que pueden sentirse desplazados, defraudado y, sobre todo, ninguneados.

EN MODO “FUNCIONARIO”

Quizá la primera o segunda gráfica tomada como funcionario público. Impensable para un “activista” anti establishment como lo es Flavio Sosa, el flamante encargado de la jefatura de Gabinete con una guayabera negra cortando el listón inaugurando un evento en pleno Palacio de Gobierno. Codo a codo con secretarios de gobierno, el mismísimo gobernador. El mundo al revés.

A todo esto, ¿sabe alguien a qué se dedica Delfina Elizabeth Guzmán Díaz, la secretaria de Educación Pública? Lo decimos porque aparece en un alto, altísimo porcentaje de las fotografías oficiales que envía el Gobierno del Estado como boletines de prensa. Estuvo prácticamente en todas las ceremonias de izamiento de bandera, (hay que reconocerle que se desmañanaba) y arrío de bandera. Lo está siempre en presentaciones de programas públicos, eventos, giras del gobernador por aquí o por allá.

Aunque se mueva, de todos modos sale en la foto.