La “Guerra Sucia”
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Opinión

BARATARIA

La “Guerra Sucia”

 


Fue a finales de febrero de aquellos aciagos años, los ochentas, cuando se dio a conocer la noticia de la desaparición de uno de los líderes magisteriales en la Costa.

El profesor Modesto Patolzin Moicén había desaparecido en uno de sus viajes de trabajo a la ciudad de Oaxaca, pues era supervisor escolar en la región de la Costa oaxaqueña, y había sido a arreglar varios asuntos de su cargo.

Desapareció un 20 de febrero de 1988, cuando el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) sostenía una lucha terrible contra la poderosa Vanguardia Revolucionaria, de Carlos Jonguitud Barrios.

Era también la época de la “Guerra Sucia” y el gobierno federal tenía operando en el país a la temible “Brigada Blanca”, de la Dirección Federal de Seguridad que, en Oaxaca, tenía su representante al controvertido comandante Tomás Morlet.

Oaxaca acababa de salir de una violenta sacudida que protagonizó el Movimiento Democrático Estudiantil Universitario incubada en la Universidad Autónoma Benito Juárez, que propició la caída del gobernador priista, antiguo militante del Partido Comunista Mexicano, Manuel Zárate Aquino.

Como operaban en la ciudad y en el estado las organizaciones guerrilleras, Liga Comunista 23 de Septiembre y la organización clandestina “Unión del Pueblo”, era obvio que la “Brigada Blanca” estuviera activa en Oaxaca, siempre a la caza de todo aquel que tuviera pensamiento de izquierda o activara en ella.

“En 1987, el activismo político sindical de Patolzin encontró amenazas de muerte al asumir la Supervisión Escolar; las amenazas fueron realizadas por Vanguardia Revolucionaria y el priismo que defendía a toda costa sus intereses, pues en esos años cobraban sin trabajar bajo la complacencia de la Secretaría de Educación Pública y la cúpula del SNTE”, señaló en su momento un comunicado de la Sección 22.

Su desaparición se dio justamente cuando le solicitaron recoger un documento oficial en la capital del Estado, posteriormente sus familiares tuvieron conocimiento de que Patolzin recibió una nueva orden de comisión para integrarse a San Juan Cacahuatepec, Oaxaca.

El 20 de febrero de 1988 fue visto por última vez en Oaxaca de Juárez. La familia dio a conocer que Modesto Patolzin Moicén no arribó a su nuevo centro de trabajo por ello la intensa búsqueda inició el 3 de marzo de 1988 y el 15 de marzo del mismo año la profesora Liboria, esposa del desaparecido, interpuso la denuncia ante la Procuraduría.

Círculos magisteriales de la época, acusaron a este grupo para-policiaco de haber sido autor del secuestro y posterior desaparición del profesor Modesto Patolzin Moicén.

A más de tres décadas de ocurrir este caso, la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, no ha quitado el dedo del renglón y ha exigido, con justa razón, la aparición con vida de su compañero de lucha.

En cada marcha, en cada movilización, esa ha sido una de las demandas recurrentes de los profesores. Por cierto, las nuevas generaciones ni siquiera saben de la existencia del maestro desaparecido.

Pues bien, cuando menos lo esperaba la Sección 22, el gobierno actual que encabeza Salomón Jara, decidió, el pasado 9 de mayo, ofrecer una disculpa pública a las víctimas directas e indirectas por la desaparición forzada del profesor Modesto Patolzin Moicén y la desaparición del ciudadano René Alejandro Cruz Esteban, desaparecido el 1 de septiembre de 2017.

En el acto de disculpa pública, el Gobernador del Estado Salomón Jara Cruz ratificó el compromiso de su administración con la verdad y con la justicia, y condenó los delitos cometidos durante la “guerra sucia”, la desaparición forzada de personas como crímenes de lesa humanidad, perpetrados y heredados por los gobiernos autoritarios.

“A nombre del Estado Libre y Soberano de Oaxaca y de sus instituciones ofrezco una disculpa pública a la familia del profesor Modesto Patolzin Moicén, pero sobre todo a su esposa, la profesora Liboria Miranda Silva y ofrezco también una disculpa a la profesora Aurora Guadalupe Esteban Hernández, madre de René Alejandro Cruz Esteban”, señaló.

El Mandatario recalcó que su gobierno nunca permitirá la represión, la desaparición forzada o actitudes autoritarias hacia el magisterio oaxaqueño ni al pueblo de Oaxaca e indicó que “esta disculpa va acompañada del compromiso de este gobierno de no repetir episodios como el de la ‘guerra sucia’ en México y en Oaxaca, y no ser indiferente ante al dolor de las víctimas”.

El hecho es histórico porque en Oaxaca ningún gobernador había reparado en los errores cometido por el Estado en el pasado, sin importar el partido al que representa el gobernante en turno, como tampoco, ninguna dirigencia de la Sección 22 había reconocido el gesto de un gobernante.

En este acto, el gobierno jarista da buena señal del respeto a los derechos humanos y el rechazo categórico a la represión, optando por el diálogo abierto y civilizado.

En Oaxaca, hay decenas de familias que tienen a sus hijos desaparecidos en lo que fue la época de la llamada “guerra sucia” y que están reclamando justicia. Lo mismo los desaparecidos en la lucha del 2006, entre los cuales se encuentran los guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario (EPR), Gabriel Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, los cuales ni aparecen por ningún lado.

Creemos que exigir una disculpa pública no es ninguna justificación de un gobierno, ni borrón ni cuenta nueva, sino revivir el pasado, desempolvar los archivos, reiniciar las investigaciones y castigar a los responsables, porque es hora de poner freno a la impunidad. Los culpables, no deben andar libres, en las calles, sino encerrados, en las cárceles, que ellos mismos construyeron.