Hay de muertes a muertos
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BARATARIA

Hay de muertes a muertos

 


Cae la noche en territorio oaxaqueño y con ella el lamentable conteo de muertes violentas en el estado. Es el jueves 20 de abril; hace dos días la “contabilidad” oficial reconoció dos personas asesinadas a partir del Reporte diario de homicidios dolosos generados por un equipo interdisciplinario constituido por la SSPC, Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Fiscalía General de la República (FGR), sin embargo, la edición del viernes 21 de abril de EL IMPARCIAL sumó 4 homicidios en apenas 24 horas, el doble de las estadísticas oficiales.

Los dos días previos, martes y miércoles, el recuento fue de seis personas y El Mejor Diario de Oaxaca informó que los homicidios acontecieron en las regiones del Istmo, Valles Centrales, Cuenca, Costa y Sierra Sur, diez muertes violentas en tres días, más de 3 asesinatos diarios o una persona ultimada cada 8 horas, en promedio, del martes al jueves, cifra sangrienta, agobiante, preocupante.

Y más preocupante es ya la “normalización” de la violencia, que nos “acostumbremos” a ella, la convivencia cotidiana.

Pero retornemos al jueves, ese día un feminicidio en Huajuapan de León producto de un ataque armado que dejó, además, dos heridos. La dama, joven de 25 años a quien se le privó la vida en una cancha de basquetbol. El segundo caso, el levantamiento de un cadáver putrefacto en Pinotepa Nacional; un tercero, el asesinato de un chofer en Putla, Villa de Guerrero, un hombre de 45 años cegada la vida por otro ataque armado en un transporte de pasajeros. Todos ellos personas jóvenes, en edad productiva y de las cuales desconocemos sus nombres o apenas sabemos sus iniciales; ni siquiera en la tragedia adquieren identidad.

En seis días, del sábado 15 al jueves 20 las cifras oficiales daban cuenta de 15 asesinatos dolosos en el estado, 16 de acuerdo con fuentes hemerográficas. El jueves, el cuarto asesinado fue Adalberto Nicolás Cervantes, profesor militante o afiliados a la Sección 22 de la CNTE y subdirector de la Escuela Secundaria Técnica 36; el hombre fue ultimado a balazos en la mixteca oaxaqueña, en el municipio de Tlaxiaco.

El asesinato del profesor Nicolás Cervantes mereció una acre protesta y demanda de justicia por parte de la dirigencia de la Sección 22; con justa razón, en defensa de su agremiado y, además, dieron cuenta de 5 homicidios más de profesores, aunque no indicaron el período, en diversas regiones del estado y la demanda de justicia.

Resultado de ello, el gobierno de Oaxaca, a través del IEEPO de Emilio Montero, reaccionó con la emisión de un boletín de prensa condenando el homicidio, como la condena que toda la sociedad oaxaqueña debe realizar de cualquier muerte violenta de persona alguna, sin duda. Pero, hay un pero, ¿y de las restantes tres personas asesinadas ese mismo día? Cuatro oaxaqueños fueron privados de la vida ese fatídico día y 16 en apenas 6 días. ¿Quién se acuerda de ellos? No merecieron recibir una línea, emisión de un boletín de prensa, mención alguna o promesa de que “se investigará a fondo” o “se hará justicia” o de que el homicidio “no quedará impune” por parte de la Fiscalía, gobierno del estado, tan dado a emitir comunicados de lo que sea cada hora, o de organismos policiacos.

¿Qué de especial tiene el asesinato del profesor que movió el aparato de propaganda oficial y en el resto no? Recordemos: un gobierno doblado por normalistas a quienes se acaban de entregar más de mil plazas sin concursar, sin mostrar sus capacidades y que aún ni siquiera son profesores, pero que van a hacer. La “contratación”, su eje, no es para fortalecer la tan necesitada educación en Oaxaca, sino viene a apuntalar una gremial chantajista, convenenciera y que medra con la niñez.

También aquí se está normalizando la violencia. El resto de los muertos carecen de una gremial que, al menos, los haga merecedores de conocer su nombre.

 

MUERTO EL PERRO, SE ACABÓ LA RABIA

En la zona del fraccionamiento de Trinidad de las Huertas ya van para dos años de lidiar con un abierto canal de agua pluvial que las administraciones de Oswaldo García y ahora Francisco Martínez Neri han olvidado a darse la tarea para arreglarlo. El miércoles, una patrulla de la policía estatal cayó en un socavón abierto sobre la calle de Huerto Los Ciruelos esquina Huerto Los Mangos.

La “solución” debió provenir de la ciudadanía, los vecinos quienes, ante el peligro, debieron acordonar la zona y cerrar la calle. De la administración capitalina, ni sus luces, más preocupada en difundir su hueco eslogan de “Ciudad Educadora”, programa más hueco el socavón que quita el sueño a los vecinos del sur de la ciudad.

 

SALUD, MEDICINA EQUIVOCADA

¿Qué pasa en los Servicios de Salud de Oaxaca? Una iniciativa que parecía adecuada para comenzar a esclarecer el pago de la nómina terminó en un intento fallido y la caída de tres funcionarios, la titular Alma Lilia Velasco Hernández, intacta. Ya se habían escuchado advertencias de funcionarios de dudosa procedencia incrustados en asuntos administrativos en esa dependencia. El fallo al pagar quincenas incompletas al entregar la dispersión de pagos a una empresa particular dio al traste a cualquier intento de transparentar los salarios.

¿A quién beneficia la pifia? A los trabajadores, no. Se fortalece el sindicato que, en contubernio con funcionarios anteriores y actuales, se niega a rendir cuentas de los pagos. Le da argumentos para rechazar cualquier intento de esclarecer cómo, a quién, porqué y cuánto se dispersa en salarios y, sin duda, mantendrá los privilegios y la opacidad sobre los recursos que se destinan a los trabajadores.