Machetazo o austeridad
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BARATARIA

Machetazo o austeridad

 


No hay más que apoyar las medidas de austeridad anunciadas ayer por gobernador Salomón Jara Cruz; sin embargo, la austeridad tiene muchas más aristas que solo contar entradas o salidas de dinero; plausible “ajustar” en el ámbito laboral, recorte de personal innecesario, no solo eliminar puestos para despresurizar nómina, los gastos superfluos, la eliminación de guaruras, choferes, celulares. Ese decreto de austeridad se puede quedar a medias si esos “ahorros” se destinan a, por ejemplo, “programas sociales” sin un proyecto bien definido, a “combatir la pobreza” solo repartiendo dinero, desencadenando más opacidad al carecer de mínimos controles al entregarlos.

La austeridad, señores funcionarios, no se da por decreto sino con prácticas transparentes, programas precisos, intervenciones quirúrgicas del uso, aplicación y justificación puntual del presupuesto; con intervenciones y metas bien definidas, medibles, para conocer si el empleo de los recursos del erario público cumple correctamente con los objetivos planteados porque, en caso contrario, hay incapacidad oficial, dilapidación de recursos y corrupción por acción u omisión.

En la mañanera de ayer Salomón Jara solo confirmó lo que los oaxaqueños sabemos: las añejas prácticas del uso patrimonial del presupuesto en favor de los funcionarios en turno.

Dice el gobernador que se ha logrado un ahorro de casi 500 millones de pesos, recurso que se sumará a los más de dos mil millones que ya se aplican en diversos programas sociales a favor de los pueblos y comunidades. Leamos entre líneas: se “ahorraron” 500 mdp para sumarlos a 2 mil millones destinados a “programas sociales”. Entonces ¿es o no ahorro? Es cierto, no es para guardarlos en el colchón pero lo menos que se pediría es que el financiamiento se destinara a Proyectos Productivos o en beneficio a comunidades en infraestructura, caminos, apoyos a proyectos, para elevar el bienestar de la población y no otorgarlos directamente a las familias mediante dádivas, como ha sido la marca del gobierno de la 4T que solo logra el “bienestar” momentáneo perpetuando la pobreza, esa de la cual sacan provecho.

Esos ahorros están generando irritación al interior de burocracia, al pegar a la base sindical, a trabajadores de confianza, mandos medios y superiores. Y está bien, urge adelgazar la nómina pero, hasta el momento no nos hemos enterado que se realice una revisión, puesto por puesto, de la labor que desempeña cada trabajador heredado por la pasada administración.

O son muy buenos para los diagnósticos o de ello se desprende que los “ahorros” se están dando a diestra y siniestra, sin revisión de perfiles, de puestos. Podría suceder algo similar a lo que acontece con el “machetazo” al INE, echar por la borda la experiencia o el servicio profesional de cientos, quizá miles de burócratas por alcanzar “ahorros”. Peor aún si esos recortes se llevan a cabo como cacería de brujas o limpia de una estructura heredada y con sello político. Es cierto, se juegan lealtades, pero se debe realizar un diagnóstico para no eliminar a quienes realizan eficientemente su trabajo y cuentan con experiencia, un activo nada desdeñable para este gobierno.

A la larga, esto puede salir muy caro y la curva de aprendizaje de los nuevos burócratas representar una onerosa carga en términos de calidad en el servicio público, eficiencia y beneficio a la ciudadanía mucho más onerosa que los “ahorros” conseguidos a corto plazo y para la foto.

Plausibles, sí, las 23 acciones que permitirán evitar gastos innecesarios. Apoyamos, también, que los recursos humanos se administren con total apego a la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado y Municipios de Oaxaca; la regulación y creación de plazas, las revisiones salariales, pagos de prestaciones, entre otras.

Pero cabría la pregunta ¿se tocará la nómina del IEEPO? Es cierto, es federalizada, pero hay una gran sangría en rentas, personal de confianza, bonos, pagos al magisterio mediante acuerdos en lo oscurito. Y también la nunca bien esclarecida nómina en los SSO, las rentas de edificios, las canonjías al sindicato, las plazas sin sustento presupuestal, los adeudos a terceros institucionales y una elevada deuda de más de 15 mil mdp. Hasta ahí también debe llegar la “austeridad” y seguramente se conseguirían más ahorros que los informados ayer.

Hubo abusos con la renta de inmuebles propiedad de amigos o prestanombres de funcionarios ¿Por qué no esclarecer esa situación? ¿Quiénes gozaban de camionetas o vehículos de lujo rentados a costa del erario? Nombres de quienes tenían guaruras o “ayudantes” que le hacían el super a la o el funcionario; ¿quiénes tenían chofer a la puerta?

Nombres de quienes ordenaron remodelar las oficinas o arrendaron como suyas instalaciones en San Felipe, como señaló el gobernador. ¿Se seguirán rentando autobuses para trasladar a los burócratas a Reyes Mantecón o ciudad Administrativa?

Estaremos vigilantes que la austeridad, como dijo el gobernador, alcance a esos funcionarios que pagan “asesores” administrativos, servicios legales, de contabilidad, consultorías, servicios profesionales, de orden social, fomento de actividades cívicas, de cultura, reuniones, congresos, convenciones, exposiciones, espectáculos entre otras actividades.

Quizá llamar la atención de los diputados que siempre han negado información sobre los “asesores”, asistentes o personal de apoyo con que cuentan que incluso lo niegan.

Podríamos muy bien enterarnos propiedad de quién eran las empresas que rentaban fotocopiadoras a diversas oficinas de gobierno; amigo de quién era o a quién pertenecían las diversas empresas de vigilancia con jugosos contratos por tener empleados de seguridad resguardando oficinas de gobierno. ¿Quiénes y cuántas veces y los funcionarios viajaron a cargo del erario, para qué? Los viáticos devengados y si se cumplieron las metas de esos viajes.

Esa información, precisa, es austeridad porque evitará más gastos superfluos y servirá de contención a nuevos abusos.