Las huellas de la delincuencia
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BARATARIA

Las huellas de la delincuencia

 


Oaxaca registra en los últimos meses una serie de crímenes que mantiene en la angustia a la sociedad, una sociedad acostumbrada al trabajo intenso para vivir dignamente.

Las cifras negras arrojan un crimen diario en promedio, pues la violencia está incubada en las ocho regiones, donde la delincuencia no da tregua.

Hoy día, lo mismo ocurre un homicidio, que asesinatos de familias enteras, como sucedió recientemente en San Miguel Soyaltepec, en la Cuenca, donde cuatro miembros de una familia fueron ejecutados de la manera más ruin y cobarde.

Hace unos meses, en la Costa, concretamente en Jamiltepec, también fue asesinada una madre de familia, junto con sus dos hijos, en tanto que dos pequeños estaban desaparecidos.

Lo que era un secreto a voces, en el sentido de que era el narco el que estaba detrás de esas ejecuciones quedó al descubierto cuando este lunes, en la “mañanera” de Salomón Jara, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Oaxaca (SSPC), Iván García Álvarez reveló la presencia de al menos tres grupos de la delincuencia organizada, las cuales han provocado los baños de sangre en el territorio estatal.

El militar, dijo que en la zona fronteriza entre Oaxaca con el estado de Veracruz, existe la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que, de acuerdo con los reportes periodísticos, pretende asentarse en el Istmo de Tehuantepec para aprovechar a futuro, el desarrollo industrial y comercial que ofrecerá el puerto de Salina Cruz, aunado a la comercialización de la droga.

En tanto que en los límites con el estado de Guerrero y la zona Pinotepa Nacional opera el grupo denominado Guerreros Unidos que ha establecido un corredor en donde la venta del “cristal” es el denominador común.

Por otro lado, en las poblaciones del Valle Central se ha detectado a integrantes del Cartel de Sinaloa.

Precisamente es el Valle Central, la Costa y Tuxtepec, las zonas en donde más crímenes han ocurrido.

En el Valle de Oaxaca, por ejemplo, han sido hallados recientemente, despojos humanos, en basureros, a los cuales los asesinos le prendieron fuego para no dejar huella.

Por cierto, en el periodo de García Álvarez al frente de la SSPC es cuando más crímenes dolosos han ocurrido, lo que le ha valido duras críticas por la falta de resultados frente a la delincuencia.

Otra gran revelación del jefe policiaco, es que algunos de estos cárteles del crimen organizado, son liderados por grupos sociales o aparentan ser grupos sociales para así moverse libremente por territorio estatal.

“El 60 por ciento de los homicidios dolosos están relacionados con grupos delictivos, el reacomodo de estos grupos está generando violencia en algunas regiones, pero en el Istmo de Tehuantepec, lo que hemos notado es que se ha incrementado el tema de esta modalidad que le llaman gota a gota”, sostuvo.

Resulta curioso, pero algunos asesinatos ocurridos en territorio estatal han sido consumados por hombres en motocicleta, una forma común de operar de los sicarios colombianos, que matan a sus víctimas por no pagar el adeudo con ellos.

Qué bueno que el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Oaxaca (SSPC), Iván García, difunda este tipo de información.

Por lo menos ya sabemos qué cárteles operan en Oaxaca y siembran el terror entre sus habitantes. Lo malo es que el funcionario no ha dado a conocer si su administración cuenta con una estrategia de seguridad, para hacer frente a los enemigos, que han vulnerado los sueños tranquilos de los oaxaqueños.

 

FEMINICIDIOS, AL ALZA

Los asesinatos violentos de mujeres han ido en incremento en el estado, donde el sexenio de Salomón Jara Cruz ya superó los registros de los primeros dos meses de la administración de Alejandro Murat Hinojosa.

La preocupación de las diferentes organizaciones sociales y colectivos feministas es que el nuevo gobierno inicia con altos niveles de violencia contra las mujeres, no solo por los feminicidios, sino también por las desapariciones y la impunidad que se mantiene en los casos como el de María Elena Ríos, la joven saxofonista que fue agredida con ácido y cuyo agresor podría quedar en libertad por la corrupción que existe en el sistema judicial.

Hasta el 30 de enero, los dos meses de Gobierno de Salomón Jara acumularon 23 mujeres asesinadas de manera violenta a diferencia de los 13 de Alejandro Murat, que se distinguió por ser el Gobierno más violento que sus tres antecesores.

De los 13 asesinatos violentos de mujeres en diciembre de 2022, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública no consideró a ninguno como feminicidios y será hasta febrero cuando notifique cuántos de los 10 de enero fueron considerados bajo este término.

Sin duda alguna el inicio del Gobierno de Jara Cruz muestra la necesidad de acciones que puedan frenar esta violencia feminicida, así como la unión de esfuerzos entre dependencias de Gobierno y asociaciones civiles en apoyo a la mujer. No es momento de actuar por separado.