Jalón de orejas a Martínez Neri

Quien no las tiene todas consigo, sin duda, es el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, la 65 legislatura del Congreso de Oaxaca, dominada y controlada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la misma facción de donde proviene la administración municipal, le propinó sendo jalón de orejas como resultado de, presuntamente, cometer algún tipo de violencia en razón de género, sobre todo de índole político en contra de la regidora del PAN, Mirna López Torres.

En un punto de acuerdo se advierte que la violencia política puede ser objeto de sanciones en términos de lo que fijan las leyes. Pero también lo “conminó” a revisar documentos de comercio en vía pública, establecidos y de regularización en mercados públicos para identificar y sancionar el uso de licencias y permisos apócrifos.

En marzo un grupo de regidores de oposición levantaron una denuncia contra Neri ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por violencia política.  Acusaron a Neri de intentar entorpecer la labor de los regidores de oposición, adelantar o mover los horarios de sesiones de cabildo, convocatorias sin previo aviso y ocultamiento de los temas a tratar.

Respecto a la violencia política se presume contubernio de Martínez Neri y la Secretaria Municipal del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, Norma Iris Santiago contra la regidora del PAN; los legisladores determinaron que se tomen medidas para salvaguardar los derechos y bienes jurídicos de la concejal panista.

En el caso del ambulantaje, urge sacudirse ese conflicto de intereses que existe entre la regidora de Igualdad de Género y de la Ciudad Educadora del ayuntamiento capitalino, Deyanira Altamirano Gómez pues, al ser esposa del dirigente de ambulantes y exfuncionario municipal priista, Alejandro Tejada, cuenta con influencias hacia el interior del municipio para, por lo menos, maniobrar con permisos de ambulantes.

El ejemplo es lo que acaba de pasar en el perímetro del Carmen Alto y el andador Turístico; Altamirano Gómez fue señalada por comerciantes “está muy amañada con la Regiduría de Espectáculos. Tiene a su esposo como líder de ambulantes y anda usufructuando los espacios”. En ocasiones anteriores la Secretaría de las Culturas organizaba la feria de las Artesanías y por espacio “cobraba” 2 mil 500 pesos; este año Deyanira y Alejandro se dejaron pedir 10 mil pesos por lugar, acusaron las víctimas.

EL IMPARCIAL documentó que se rebasó con mucho la cifra de lugares que fueron autorizados por el cabildo, superando incluso el perímetro donde se iban a colocar, invadiendo el andador turístico y extendiéndose hasta García Vigil; además, ampliaron por más de tres días la “vigencia” de dichos permisos.

Ahí tiene el maestro Neri material para limpiar la casa del pueblo “de arriba para abajo” como han prometido los morenistas. Aunque, a decir verdad, el ex operador priista, Alejandro Tejeda, ya dejó la maquinaria del ambulantaje a sus pies.

Quitar el hambre por decreto

En uno de esos llamados a misa que tiene más que ver con intención de atraer los reflectores que con medidas efectivas, el Congreso de Oaxaca “debate” una nueva ley para reducir los altos índices de malnutrición, prestando especial atención a los menores de edad. Nuestros ilustres diputados ¿en verdad creen que un lustroso papel erradicará el hambre en Oaxaca?

Proponen nuestros sabios diputados la aprobación de una Ley del Derecho a la Alimentación Adecuada, Nutritiva y de Calidad para el Estado. ¡Qué bueno! Esto hay que festejarlo. Sólo nos falta saber el cómo: con carretadas de dineros, con subsidios, con tarjetas compra-votos, repartiendo dinero con programas sociales o impulsando acciones productivas y no comedores comunitarios. ¿Cómo señores y señoras diputadas?

Quedan los SSO como Los Mayordomos

Lo que debería transformarse en verdadero escándalo por el burdo tráfico de influencias, contubernio y red de protección ha quedado como una media verdad difundida en redes sociales. Una delegación de la Guelaguetza (presumen 42 integrantes de la Costa) resultó intoxicada por consumir alimentos en un restaurante de la capital. Dos semanas después se difundió que fue Casa Mayordomo.

Raudo y veloz, los Servicios de Salud de Oaxaca reconocieron el hecho y, en un comunicado, indicaron que establecieron un “cerco sanitario” (¿?), con la finalidad de evitar la propagación del posible brote (sic) el cual ha sido controlado y atendido oportunamente por personal de las direcciones de Atención Médica, así como de Prevención y Promoción de la Salud.

Se difundió que el hecho fue en el restaurante Mayordomo. ¿Habrá sanción? ¿Quizá clausura? Aunque se intente minimizar, se pusieron vidas en riesgo. Pero no sabemos más de manera oficial.

La sociedad demanda una explicación.

Fumando espero.