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Opinión

BARATARIA

¿Dónde están?

 


Las desapariciones de personas en todo el país no cesan, principalmente en los estados que son azotados por el crimen organizado, pero también este fenómeno que agobia a miles de familias se ha extendido hasta el sur de la República Mexicana.

En México se estima que el padrón de personas desaparecidas y no localizadas asciende a más de 100 mil, mientras en el estado de Oaxaca, hasta el primer semestre del 2022, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas para el Estado de Oaxaca (CEBPEO), reportó el registro de 3 mil 759 oaxaqueñas y oaxaqueños desaparecidos y no localizados.

A pesar de que ya cuenta con esta Comisión y la obligación que tiene la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) para acompañar a los familiares de las víctimas, a la fecha no han ofrecido los resultados deseados.

Colectivos y familiares de las víctimas de desapariciones, aseguran que las instituciones de procuración de justicia y ahora la Comisión Estatal de Búsqueda no han avanzado para localizar a quienes hoy en día se encuentran en calidad de desaparecidos.

En algunos casos, los mismos familiares son quienes mantienen la búsqueda de sus seres queridos y los presupuestos millonarios que se destinan a estas instancias, se utilizan para salarios y adquisición de equipos que no siempre están a la disposición de la ciudadanía.

Todos los días, ciudadanas y ciudadanos recorren calles, carreteras, caminos, colonias y montañas en busca de sus seres queridos, solamente cargando consigo la fuerza y la esperanza de encontrar algún día a sus hijas, hijos, hermanos, hermanas, padres, madres o amigas y amigos que un día salieron de casa y nunca más volvieron saber de ellos.

 

PIERDE BRILLO EL ORO DE OAXACA

Los conocedores del mercado del mezcal en Oaxaca cuentan que la empresa Mezcal Oro de Oaxaca, una firma pionera y de abolengo, se encuentra sumida en una terrible debacle comercial y absorbida por las nuevas marcas.

Un ejemplo claro de ello es que su stand en la Feria del Mezcal 2022, donde se vio triste y desangelado, lejos de la historia y sus mejores tiempos, una empresa ejemplo en Oaxaca hoy está agonizando.

Es por eso que los grandes mezcaleros sueñan y desean que ojalá y los maestros de Oro de Oaxaca, retomen su línea como el mejor mezcal del estado.

El mezcal abrió brecha a muchas marcas nuevas y al comercio exterior en los Estados Unidos y Europa, también en la difusión de este elíxir en las grandes empresas televisores, revistas internacionales, artistas, deportistas celebridades políticas.

Dicen que no había visitante distinguido que no probara el Oro de Oaxaca. Calendas, ferias y todo tipo de eventos eran cubiertos por la marca, es por esto que el eslogan se convirtió en: “Si no probaste Mezcal Oro, no conociste Oaxaca”.

Incluso sus fundadores invitaban a los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales a los lanzamientos y en la Feria que “hoy nos trae a la reflexión, esas ferias sin igual en donde no había posible competidor, incluso organizaron la primera Feria en 2011 donde se ocupa aún aquel modelo de evento, hoy recordamos aquellas ferias del oro de Oaxaca”.

 

COMUNIDADORES LOCALES, UN ESTORBO

Al ser el último año de la actual administración estatal, poco le importó a la Secretaría de Turismo y al área de Comunicación Social del Gobierno del Estado realizar un buen trabajo en la logística y organización del Primer lunes y la octava de la Guelaguetza, donde algunas delegaciones mostraron inconformidad por el trato y sus traslados a restaurantes sin las medidas higiénicas necesarias, resultando varios con enfermedades gastrointestinales.

A esto se suma que, lejos de brindar las facilidades a mujeres y hombres de los medios de comunicación para realizar una buena cobertura en las ediciones de la máxima fiesta de los oaxaqueños, se les ocurrió la brillante idea de mandarlos hasta atrás de la última fila del Palco D, donde además de estar amontonados, no podían moverse de ahí.

Lo que fue del disgusto de la mayoría que asistió para dar nota del desarrollo de la Guelaguetza, fue que en plena transmisión de una de las reporteras que acudió al auditorio, un grupo de elementos policiacos ya estaba retirándola del lugar donde supuestamente no debía estar, pese a que aún no daba inicio la primera edición de la Octava.

En anteriores administraciones, incluso en los primeros años de esta, se permitía el ingreso de los medios en la zona A o B, sin mayores contratiempos, a fin de que pudieran ser testigos de lo que acontecía con los funcionarios e invitados del Gobierno estatal, pese a permanecer parados por más de dos o tres horas.

Como si esto fuera poco, la Feria del Mezcal mostró también una terrible desorganización, no solo porque los cuerpos de seguridad y parte de la logística no pudieron evitar los escándalos de borrachos, sino de aquellos que quisieron entrar y salir por donde se les diera la gana, sin respeto a las medidas de seguridad, sanidad ni de protección civil.