Elecciones. Seguridad pública en riesgo
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Opinión

Elecciones. Seguridad pública en riesgo

 


 

A pesar de los datos estadísticos oficiales presentados en materia de seguridad como positivos en las mañaneras por el Presidente López Obrador y sus colaboradores, la información que fluye por diversos medios resaltando la expansión de esas acciones negativas en entidades como en nuestro estado y en forma específica en el municipio de Oaxaca de Juárez y zona conurbada, ha provocado el temor de sus habitantes que ha incentivado, se empiecen organizar los vecinos de agencias y colonias, para tomar medidas disuasorias frente a esta anomia social, a fin de evitar estas agresiones que la autoridad no a podido prevenir de manera deseable.

En alguna reunión que participé, uno de los vecinos manifestó que la situación electoral que se intensifica por la magnitud de los cargos de elección en juego, a partir de la de presidente de la república, es un ingrediente que acrecentará a su vez, el fenómeno delincuencial y los riesgos para la integridad física y patrimonial de los habitantes de la República y de nuestro estado y municipio de Oaxaca de Juárez, como sucede en Guerrero y Chiapas, entre otras

Ello plantea diversas hipótesis sobre la causa del aumento de estos hechos de agresión social, en que la población, es víctima indirecta de lo que se da a conocer como enfrentamiento entre grupos o cárteles del crimen organizado que se disputan las plazas para realizar de manera preponderante sus actividades, aunque algunos analistas lo atribuyen a la política de besos y abrazos de la administración federal que está por terminar y su confuso y descoordinado programa de coordinación en esta materia, a cargo de los militares y la guardia nacional; otros señalan que el encono social incentivado por el Presidente en sus mañaneras, constituye un elemento que influye en el electorado.

Las opiniones son diversas, pero ello, me llevó a reflexionar sobre el motivo de esta expansión de estos hechos,  poco antes de que se inicie la campaña constitucional de promoción del voto por las tendencias y tres candidatos, dos del sexo femenino y uno del masculino, con la característica de que Nuevo León que había permanecido tranquilo más o menos ahora presenta un incremento de actos violentos, con un Gobernador que más bien se dedica a mostrar su riqueza y petulancia y designa a un candidato presidencial en el partido de Dante Delgado.

 En el contexto actual es conveniente recordar  que  sigue siendo a una costumbre del aspirante del partido oficial a la presidencia de la República recibir el visto bueno del titular del ejecutivo, sea como tapado o corcholata y de cómo resuelve, el sistema sus diferencias como en el caso Colosio que, después de un relevante discurso cayó asesinado a manos de un homicida solitario, situación que hoy esta siendo cuestionada en cuanto a la responsabilidad intelectual de ese magnicidio, en una época también de violencia criminal.

La muerte de Colosio incentivó el apetito de los aspirantes rezagados como Manuel Camacho de manera preponderante y de otros protagonistas políticos que se hicieron presentes para señalar al posible sucesor, es decir, pensaron en imponer su figura sobre la voluntad del Presidente Salinas, lo cual no prospero porqué este ante esa situación irregular existente el en el país, se pronunció por Ernesto Zedillo quien, frente al temor de los alcances del  asunto zapatista, se propició que el candidato del PRI ganara con un buen margen la elección.

Hoy prevalecen condiciones semejantes a las que se dieron en la elección del presidente Zedillo que ganó a Diego Fernández de Ceballos por un buen número de votos al igual que el senado; como se aprecia existe un estado de violencia derivada de enfrentamientos, ejecuciones, poblaciones abandonadas, guardias rurales de defensa, un ejército organizado en los denominados cárteles que aumenta su potencialidad de armamento.

Se están dando ataques a las fuerzas armadas que causan bajas en sus filas que empiezan de delinear un contexto más allá de lo delincuencial, cuando la delincuencia se incrusta en las estructuras oficiales, municipios, policías y en las administraciones de las entidades que conforman la República a sus personeros.

Esta situación permite, al presidente, continuar propalando lo acertado de su política en seguridad pública anunciando la disminución de muertes diarias comparadas con otros periodos de gobierno, pero que no explica la diseminación de esos hechos en gran parte de los estados de la República, con los efectos en los habitantes, como está ocurriendo en la ciudad de Oaxaca.

Estas deforminadades sociales y lo expresado en las mañaneras por el presidente están creando una expectativa de que, ante la situación prevaleciente, a fin de no provocar un estado de mayor tensión y encono social, agresiones físicas y patrimoniales, el elector opte por favorecer en las urnas el voto a favor de la candidata Claudia Sheinbaum, sin embargo, es posible pensar que este estado de inseguridad no sea ajeno al poder.

Una buena posibilidad es que la próxima presidenta modere y reencause el manejo de la estructura institucional del Estado Mexicano, sobre la base de la división de poderes como decisión fundamental del pueblo mexicano y del constituyente originario y que el ciudadano equilibre con su voto diferenciado evite que Morena tenga mayoría calificada en el Congreso de la Unión y legislaturas de los estados.

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