GOBIERNOS VAN, gobiernos vienen, pero ninguno ha solucionado el grave problema de rezago social que lidera Oaxaca, peor aún, los últimos gobiernos son cómplices de algo peor; el recrudecimiento del tema de la inseguridad. Cómplices por la falta de acciones que permitieran erradicar este terrible mal
CAMINAR hoy por las calles de Oaxaca, contrario a lo que dice el gobernador ALEJANDRO MURAT, es en verdad un peligro. Una persona muy cercana me relata cómo le tocó observar un intento de homicidio; El acompañante del conductor de una moto disparó al chofer de un auto que circulaba delante del vehículo de mi interlocutor. Por fortuna, me relata, no dieron en el blanco.
EL INTENTO fallido, fue a plena luz del día, en una calle transitada completamente, sin el menor temor por parte de los criminales, a ser atrapados.
HACE unos días, en pleno Centro Histórico un guardaespaldas balaceó a uno de tres asaltantes, que por cierto falleció. Un enorme riesgo estamos corriendo por el solo hecho de vivir en Oaxaca.
APENAS el pasado domingo se plasmaba en EL IMPARCIAL, el mejor diario de Oaxaca, el último recuento; en 5 días, 17 personas fueron asesinadas en la entidad, dato más que deshonroso para las autoridades que no pueden (¿o no quieren?) controlar el desbordamiento del problema.
SEGÚN LA FGE (https://fge.oaxaca.gob.mx/index.php/estadisticas) en Julio de este año, hubo 56 homicidios dolosos, nueve homicidios dolosos de mujeres y 1 feminicidio. En junio hubo 50 homicidios dolosos, 8 homicidios dolosos de mujeres, 4 feminicidios.
EN MAYO 74 homicidios dolosos, 11 homicidios dolosos de mujeres y 3 feminicidios.
EN 2021 la cifra de homicidios dolosos fue de 679, el número de homicidios dolosos de mujeres es de 58 y 44 feminicidios.
EN 2020, 729 homicidios dolosos, mientras que en homicidio doloso de mujeres hubo 90 casos y 36 feminicidios.
RESPECTO a 2019, la fiscalía tiene un registro de 908 homicidios dolosos, 108 homicidios de mujeres y 27 feminicidios.
SI BIEN la sumatoria de estas muertes en promedio –(86.91 personas al mes) en 2019, contra el promedio de muertes mensuales enclavadas (bajo estos rubros) en los primeros 7 meses de este 2022 (64.85 fallecidos)–, denota una disminución de 25.38 por ciento de vidas terminadas, la violencia de los últimos días parece estar revirtiendo la tendencia llevándola nuevamente al alza.
¿PODRÁ?
BASTANTE esperanzador haber escuchado el reconocimiento vertido por el gobernador electo, SALOMÓN JARA, hace unos días en el sentido de que no habrá crecimiento si no hay inversión en Oaxaca.
TANTO la inversión nacional como la extranjera es lo que, en ESCAPARATE POLÍTICO, he reiterado es lo único que podrá ir cambiando el panorama de rezago social e inseguridad en nuestro estado.
SOLO con una economía más dinámica, con el establecimiento de empresas grandes, gigantes, que ofrezcan mejores sueldos (que en México las hay) podrá irse revirtiendo el atraso social y económico que impera en OAXACA.
EL PROBLEMA es la gran inestabilidad que provoca la industria del chantaje social con sus más de 200 organizaciones sociales (de esa industria proviene el mismo mandatario electo) y la inseguridad que ahuyenta a todo inversionista.
PEOR aún, con las actitudes monopólicas del gobierno federal que pugna por el fortalecimiento de las fracasadas empresas paraestatales (CFE Y PEMEX) en detrimento de los acuerdos comerciales firmados a través del T-MEC.
A ESCALA local los activistas boicoteando empresas, pidiendo que éstas salgan de sus comunidades, bloqueando calles, carreteras, es todo esto lo que amalgama, el gran impedimento para imprimir un poco de prosperidad a Oaxaca.
OAXACA necesita a ciudadanos NO dependientes del gobierno, el gran reto de SALOMÓN JARA yace en que la gente deje de ver al gobierno como fuente de empleo, peor aún, de enriquecimiento (los sueldos de los políticos no son para volverse millonarios y, sin embargo, la clase política es bastante adinerada).
LAMENTABLEMENTE el espíritu del gobierno federal es estatista, anti inversionista, paternalista, la cuestión interesante aquí es ver cómo piensa el próximo gobernante oaxaqueño, si lo dijo en serio, atraer inversiones, cómo piensa controlar a sus excompañeros de lucha –insaciables por naturaleza– y cómo mejorar los índices de seguridad cuando a escala nacional ha habido un rotundo fracaso.
AL MENOS al estar del otro lado, del lado de gobierno, está notando la importancia de aquel dicho que refiere que, para repartir la riqueza, primero hay que generarla. Esperemos que comience por facilitar a los emprendedores locales la apertura de nuevos negocios, quitar las trabas burocráticas que desaniman a todo aquél que decide explorar las actividades económicas independientes, insuflar esa dinámica a los ayuntamientos. Ninguno de sus antecesores lo ha logrado ¿JARA será capaz?
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