Los derechos de las mujeres también son humanos
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Los derechos de las mujeres también son humanos

 


Durante un taller sobre lenguaje incluyente-no sexista a funcionariado público la ponente argumentaba que no solo existir, no solo una vida libre de violencia sino el ser nombradas, es un derecho humano, a lo que un hombre interrumpió para decir, “ya se les dieron derechos y ¿quieren más?”. Este hecho muestra cómo en pleno siglo XXI el reconocimiento pleno de todos los derechos humanos para todas las mujeres aún se ponen en tela de juicio. ¿Cuántas batallas debieron librarse para establecer que los derechos humanos son necesarios, universales, preexistentes, inalienables, supratemporales, progresivos, irreversibles, trasnacionales, integrales, intransferibles, incondicionales?

No ha sido fácil llegar hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 y elaborada por representantes de todo el mundo. Ha inspirado la adopción de más de 70 tratados de derechos humanos aplicables hoy en día. Documentos como la Carta Magna (1215), la Petición del Derecho (1628), la Constitución de Estados Unidos (1787), la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), y la Carta de Derechos de Estados Unidos (1791) son algunos escritos precursores sobre derechos humanos. Pero ninguno incluyó a las mujeres. 

Fue apenas con la francesa Olympe de Gouges, guillotinada en 1793 por exigir que se aprobara su Declaración de la Mujer y la Ciudadana (1791), que se empezó a documentar la larga lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres, abonada por la célebre escritora inglesa Mary Wollstonecraft, quien publicó su libro Defensa de los Derechos de la Mujer en 1792, uno de los manifiestos feministas más importantes, para cambiar un concepto falso: que la mujer solo existe para el placer y servicio del hombre; en cambio, proponía que las mujeres teníamos el derecho a recibir las mismas oportunidades que ellos en educación, derechos políticos, trabajo y ser juzgadas por los mismos parámetros morales.   

Conocer a las pioneras defensoras de nuestros derechos humanos es indispensable para las nuevas generaciones; cito a Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa (o sanitaria agrego yo) para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. 

El 8 de marzo de 1857 las obreras de la industria textil y de la confección, inician una gran huelga y marchan en calles de Nueva York, exigiendo el derecho al trabajo y condiciones de trabajo más humanas. En 1866 las mujeres logran que el 1er Congreso de la Asociación Internacional de Trabajadores aprobara una resolución relativa al trabajo profesional de las mujeres desafiando el mandato patriarcal del hogar como lugar natural para las mujeres. Más de 146 obreras perdieron la vida tratando de escapar del fuego en 1911 en una fábrica en Nueva York, donde las habían encerrado; murieron sin conocer lo que era tener derechos.

Clara Zetkin, propuso en la 2a Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas que todos los años se celebrara un Día de la Mujer. En los años siguientes se conmemoró la fecha con las mismas exigencias: derecho al voto y a ejercer cargos públicos, al trabajo, a la formación profesional, entre otros. En 1952 la ONU instituye el 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer”, y fue hasta la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena en 1993, cuando la comunidad internacional reconoció que los derechos de las mujeres son también humanos, colocando así el tema en la agenda pública mundial.

El 18 de diciembre de 1979, la Asamblea General de la ONU aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), culminación de más de 30 años de trabajo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer creada en 1946.

Hoy las mujeres seguimos perdiendo la vida a causa de un sistema patriarcal que nos considera inferiores. Eso debe cambiar. Por eso del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres hasta el 10 de diciembre, conmemoramos 16 días de activismo en favor de los derechos humanos. Todavía falta mucho por avanzar para lograr la igualdad sustantiva. Ojalá un día no sea necesario tener fechas conmemorativas porque alcancemos la plena igualdad y la paz.