¿Para qué sirven los días internacionales?
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Opinión

¿Para qué sirven los días internacionales?

 


No hace mucho tiempo, solo el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, eran las únicas fechas en que los reflectores de los medios de comunicación enfocaban su atención al mal llamado “tema de las mujeres”. Ante ese panorama bien cabe una pregunta que seguramente más de una persona se ha hecho: ¿Para qué sirven los días internacionales de las mujeres?

A decir de quienes se relacionan con organismos que determinan las fechas conmemorativas o que se han desempeñado en el activismo social, señalan que buscan sensibilizar a los sectores sociales, concientizarlos, llamar la atención sobre la existencia de un problema y actuar en consecuencia, ya sea directamente o a través de peticiones y exigencias de solución a los gobiernos.

Ciertamente, en la actualidad hay un interés genuino, palpable y esperanzador con la presencia mayoritaria de personas jóvenes y muy jóvenes, en las manifestaciones públicas a favor de la eliminación de la violencia contra la mujer. También es verdad que las marchas y acciones de protesta han sido criminalizadas a través de las poderosas redes sociales, con líderes de opinión por delante, o quienes desde el anonimato perpetran conductas excesivas, buscando impedir la masividad del movimiento.

En su mayoría, la sociedad coincide que la violencia no es el camino, que pintar monumentos y romper vidrios es innecesario; sin embargo, a decir de especialistas como la doctora Coral Herrera Gómez, la protesta violenta más bien hace visible esa violencia estructural cotidiana, lo que explica en buena medida el origen y la potencia del movimiento.

Hay aún muchos hombres y mujeres que rechazan el feminismo sin mediar cuestionamientos ni contextualizaciones inmediatas o históricas. Pero, como describe la antropóloga Marcela Lagarde en su libro El feminismo en mi vida: “las feministas empezamos en pequeños grupos, aisladas, inconexas e ignorantes de las otras y, poco a poco, caminamos enredadas con la creación de vínculos y redes sin los cuales sería impensable el flujo de información (…) Dentro del orden hemos armado un desorden y abierto fisuras que metamorfosean al mundo”. Y así es el ánimo en las manifestaciones: sentimiento de acompañamiento, de que no se está sola, que muchas coinciden en la forma de pensar respecto a lo que les motivó a salir, compartir la esperanza y la indignación con quienes creen y buscan un cambio impostergable.

Entonces, ¿para qué sirve el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer? Para exigir justicia para todas, dar voz a las mujeres y niñas víctimas de feminicidio y de todas las demás violencias; se sale a la calle para reivindicar y enumerar los logros del movimiento mundial de mujeres en poco más de 300 años de existencia.

También sirve para que se deje de culpar a las mujeres de la violencia machista que sufren, para que ya no se considere a las mujeres como inferiores, para que los hombres asuman los cambios de una sociedad que avanza hacia la igualdad. Y sirve para que los Estados rindan cuentas de sus acciones en materia de prevención, atención y sanción para erradicar verdaderamente la violencia contra las mujeres. Desde la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca, el Gobierno del Estado ha implementado acciones encaminadas en ese rumbo, como el fortalecimiento del Centro PAIMEF-SMO de Atención Integral a Mujeres en Situación de Violencia, el más grande del país en su tipo y cuya misión es salvar vidas. Para conocer más de esta y otras acciones, les comparto este enlace: https://fb.watch/9x_EEIpa79/

Por todo eso, es de esperarse que los días internacionales no sean flor de un día, pues son un territorio simbólico y político para y de las mujeres gracias a la acción práctica de las feministas.