Los niños del narco
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Opinión

Los niños del narco

 


“Me acuerdo la primera vez que entre a la cárcel. Tenía ocho años y acompañaba a mi mamá a ver a su hermano. Mi tío favorito estaba en el Penal del Topochico; él era jefe ahí. Me acuerdo como si fuera ayer que nos metieron rápido, a mi tío lo respetaban hasta los custodios y el director. 

“Pasamos hasta su celda. Cuando llegué al pasillo de su dormitorio, me acuerdo que había música en vivo. Había una banda que habían metido porque era día de visita familiar. Había mucha fiesta. Había mujeres, alcohol, drogas. Había de todo. 

“Me acuerdo que me jalaron los amigos de mi tío a una celda, me enseñaron a hacer un churro de mariguana y me enseñaron a darle el golpe. Me pegó recio”, me cuenta Diego, quien hoy a sus 16 años cumple una sentencia de 5 años en la Comunidad de Internamiento para Adolescentes en Conflicto con la Ley de Tamaulipas. 

“Desde ese día siempre quería acompañar a mi mamá a la cárcel. Yo quería ser como él; así de chingón. Luego le ayudaba a mi mamá a meter la droga que su hermano le pedía. En la cárcel perdí hasta la virginidad a los 11 años imagínate”, narra.

“Imagínate”, me dice. Justo no quiero imaginarme, pienso. Diego dedicó los primeros años de su vida al narcotráfico. Le trabajaba a su tío que operaba el “negocio” y rápidamente se volvió un sicario importante en la organización. “A mí no me da miedo esta vida. No Me da miedo terminar en la cárcel. Yo sé cómo son las cárceles de este país, ahí mandamos nosotros”, termina diciéndome. 

La historia de Diego es como la de muchos niños, niñas y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada. Historias que debemos escuchar para entender la complejidad que tiene la nueva forma de operar de los grupos delictivos. “Con niños y mujeres no”, era un ‘código’ que antes ‘respetaban’ los grupos de narcotráfico. Hoy ya no. Hoy el momento de desarrollo físico y mental de los menores es un área de oportunidad para estos grupos. Son carne de cañón pura. 

En los siguientes meses Reinserta estará publicando un estudio cualitativo titulado Los Niños del Narco. Un estudio que integra 60 testimonios de niños, niñas y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada. Testimonios crudos y dolorosos que necesitamos conocer para integrar una estrategia integral que abone a cambiar el rumbo de cientos de niños y niñas y adolescentes cuyo camino hoy está predeterminado.