Bloqueo a México
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Bloqueo a México

 


Donald J. Trump sigue vociferando, manoteando, emberrinchado y necio como es. Tiene un repudio patológico a México y lo mexicano; a su gente por supuesto, a la que calificaba, desde su campaña para ser presidente de EUA, de violadores, criminales, sucios, grasientos y abusivos. Eso decía. Eso dice aun.

Su sueño dorado es construir un muro entre los dos países. Su sueño es echar a todos los mexicanos del territorio estadounidense, aunque hubieran nacido allá. Su sueño es demostrar que su odio puede más que las razones de Estado y de gobierno.

Y no obstante las señales del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de llevar la fiesta en paz, él sigue en lo suyo; y esta vez no tanto por lo que podría impactar en la economía mexicana, sino porque sabe que estos dichos caen bien a sus electores más conservadores, ortodoxos y reaccionarios: Republicanos.

Y esto, en el entorno de las elecciones de noviembre en 2019 y, sin duda, encaminado a que a principios de 2020 comienza ya el proceso electoral presidencial de 2021 porque en febrero del próximo año los partidos políticos comenzarán sus Convenciones para elegir a sus candidatos, los llamados caucus.

Su amenaza más reciente a México es grave y malévola: Eso de subir los aranceles a todos los productos mexicanos en un 5% a partir del 10 de junio e irlos incrementando hasta llegar al 25% en octubre si antes México no para el flujo migratorio que pasar por su territorio.

Trump sabe que uno de los puntos débiles del actual gobierno federal es el económico; sabe que su fragilidad le es útil, él mismo se ostenta de saber aprovechar las debilidades del adversario, y que la economía mexicana depende mucho del comercio entre ambos países.

Esto es: Estados Unidos compra el 80% de las exportaciones de México. Apenas el 7 de mayo decidió aplicar un arancel del 17.5 por ciento al jitomate mexicano que entre a su país, aunque también eliminó el arancel que había aplicado al acero y aluminio proveniente de Canadá y de México. Así su sentido del comercio internacional.

El 30 de mayo pasado mediante un twitt, anunció lo que de alguna manera podría ser un bloqueo a la economía mexicana.

Una forma de bloqueo a los productos mexicanos porque estos se encarecerán de forma que resultará imposible pagar por exportar cifras alarmantes. Esto –como él mismo ha dicho—hará que empresas estadounidenses instaladas en México y que encadenan sus productos a la exportación podrán dejar al país para fabricar en EUA, lo que les saldría más barato, en tanto que los productores mexicanos, pequeños grandes, impactarán estos aranceles en los precios al consumidor, allá o acá.

Producir para perder resultará un mal negocio. Trump lo sabe y a esas se atiene para presionar al gobierno mexicano.

Lo que quiere es que México pare de permitir que los éxodos centroamericanos –o de otros países- paren ya porque ‘son criminales, narcotraficantes y enemigos de EUA los que vienen en esas caravanas y ponen en peligro la seguridad americana’.

El presidente de México mandó la carta ya conocida. Una carta bien intencionada. Muy en tono histórico que invoca las relaciones del pasado entre presidentes de México y EUA que se han solucionado mediante el diálogo y la buena fe… Bien intencionada aunque en partes en tono ideal y casi romántico por lo que deben ser las relaciones entre las naciones.

Pero Trump no hace caso. Sabe el impacto de sus amenazas. Y aun luego de haber recibido la misiva mexicana respondió que ‘México tiene que hacer lo que debe hacer (parar la migración); que México ha abusado por décadas de EUA y que todo recibe, pero que nada da a cambio…’ y se negó a dialogar con el gobierno mexicano.

El domingo 2 de junio escribió en Twitter: “La gente ha estado diciendo que tenemos que dialogar con México. El problema es que México es un abusivo de los Estados Unidos; toma pero no da. Esto ha sido así por décadas. Deben detener la invasión a nuestro país de líderes de la droga, cárteles, traficantes de seres humanos”.

Con todo, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dice que el próximo miércoles comenzarán las mesas de diálogo entre ambos países para buscar soluciones a lo dicho por el presidente Trump. Dice que en ellas estará el secretario de Estado, Mike Pompeo, Jared Kuschner.

Por el lado mexicano no se ha visto que la Secretario de Economía, Graciela Márquez Colín, diga esta boca es mía, toda vez que el tema es económico y de aranceles.

En tanto frente a la embestida de Trump a la economía mexicana, el presidente López Obrador ha dicho que podría acudir a tribunales internacionales para buscar la solución al problema. Y al mismo tiempo hace un llamado a la unidad nacional.

Está bien esto de la unidad nacional para hacer frente a las locuras de Donald J. Trump; no obstante resulta paradójico que sea el mismo presidente López Obrador que acuda a este recurso cuando él mismo ha sido factor de división interna, de confrontación entre mexicanos, de desunión y de animadversión entre los que están con él y los que no opinan como él… En fin.

En todo caso la situación se complica y será este miércoles cuando se verá el camino que seguirán las cosas. ¿Escenarios de solución? Será bueno que ya se tengan preparados por si Trump se pone necio y el gobierno mexicano, por su parte, no controla el creciente flujo migratorio que cruza por nuestro país. Ya veremos.