Cien días de dimes y diretes
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Cien días de dimes y diretes

 


En realidad sí se cumplieron cien días el domingo 10 de marzo. “Los cien días del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador” se dice por todos lados. Si. Pero no.
… La otra realidad, también, es que el presidente electo comenzó a ejercer gobierno desde el 2 de julio de 2018 una vez que se conoció su triunfo inobjetable y cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto tiró la toalla y dejó de gobernar, aunque seguía apareciendo en actos de protocolo y para asestarnos la entrega del Águila Azteca a su ‘benefactor’ estadounidense, y amigo de Luis Videgaray: Jared Kushner. Luego de eso el ex presidente se ha vuelto invisible e intocable.
Esto es, desde aquel momento AMLO comenzó a decidir a modo de gobierno. Comenzó a girar instrucciones y a determinar qué sí y qué no seguía de lo que le habían heredado: las Reformas Estructurales, por ejemplo a las que desde campaña les tenía ojeriza y a las que dijo, habría que cancelar, sobre todo la Energética y la Educativa…
Muchas otras decisiones fueron, desde entonces, controversiales como fue el caso de la cancelación del proyecto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, lo que produjo un enfrentamiento entre el Presidente Electo, y la cúpula empresarial de México. En un estilo que le es propio, comenzó a descalificar a los empresarios a los que acusó de medrar con los recursos nacionales y de enriquecerse a costa de la Nación… Luego se reunió con ellos para limar asperezas.
También comenzaron las etiquetas que habría de poner a quienes hacen observaciones críticas de sus hechos desde el periodismo: les llamó “periodistas conservadores”, “periodistas que se beneficiaron y guardaron silencio durante los gobiernos anteriores”, “periodistas fifí”, acuñó.
El corte de caja a cien días de gobierno es simbólico. Aun así distintos medios de información, sobre todo escritos, han hecho valoraciones de aprobación pública al gobierno y al presidente López Obrador y coinciden que su índice de aceptación está a la alza. Esto es, que la gente en México sigue manteniendo la confianza en que los cambios que tiene prometidos podrán ser cumplidos…
Esto aun a pesar de los pesares de muchos y aun cuando ha cometido errores graves que impactan a la población vulnerable, como fue el caso de la lucha contra el huachicol, que es cuando dicen haber cerrado los ductos para parar el saqueo del combustible, dejando desabastecidos de gasolina a miles de personas, empresas, organizaciones, seguridad pública, transporte en distintos estados de la República, incluida la Ciudad de México. El costo económico fue grandísimo.
La campaña que se lanzó pronto fue que “sabemos que te causan molestias, pero es por un momento, la solución es permanente”, refiriéndose al huachicoleo. Quedó el resquemor en muchos.
O como ocurrió con las estancias infantiles. O las casas de apoyo a las mujeres golpeadas. O la decisión de modificar la constitución tan sólo para que su recomendado, Paco Ignacio Taibo II pudiera ser Director General del Fondo de Cultura Económica.
O la presentación de ternas absurdas para puestos de relevancia y que requieren alta especialización, como fue el caso de la Comisión Reguladora de la Energía y cuando acusó de conflicto de intereses a su titular, Guillermo Ignacio García Alcocer, lo que luego obligó a echar a andar los aparatos del Estado para demostrarlo, sin conseguirlo… Y más. Muchos otros errores ha habido. Graves. Ya sus adversarios llevarán la cuenta.
Y sin embargo también es cierto que su gobierno se ha volcado hacia la política social. Una política en la que se involucra a los grupos sin poder económico. En donde se brinda apoyo especial a las personas de la tercera edad, a los jóvenes estudiantes. Quitó sueldos a los ex presidentes. Otra cosa importante y el cual es un logro inobjetable, es que hoy se habla de política por todos lados. Las puertas de la discusión están a la vista, para el “si” o para el “no”. Y eso es bueno en democracia.
Ha puesto como eje central de su gobierno la lucha contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado. Y ha dado pasos hacia un control de daños, aunque es muy pronto para conocer los resultados y para evaluarlos. En todo caso, lo que toca al crimen organizado, la violencia criminal y la delincuencia tiene como respuesta la creación de la Guardia Nacional, que al final se aprobó con un mando de tipo civil, pero al que llenarán de operadores militares.
En todo caso cien días son buenos para saber en dónde estamos parados los mexicanos. En dónde está parado el gobierno de López Obrador; su relación con la federación; su relación con los poderes y si se hará de ellos para su control absoluto o éstos generarán los anticuerpos para que esto no ocurra y sí exista la separación de poderes republicana en México.
Falta todavía por ver cuáles serán las soluciones objetivas al desarrollo del país. Se sabe ya que mucha de su política es del tipo asistencialista. Dice que entregará los recursos mano a mano a los beneficiados, para evitar la corrupción y los malos manejos de éstos.
Pero no se ve, hasta ahora, cuál o cuáles serán los proyectos productivos nacionales: los de la tierra, la industria, los servicios, el mar, la mano de obra, el empleo formal creciente, los beneficios de seguridad social… La inversión extranjera creciente y la distribución ordenada, coordinada y garantizada de la riqueza que producimos los mexicanos, para todos los mexicanos.
Ya en su discurso de “Los cien días…” dijo que se estimularía la inversión productiva, y la llegada de capitales para la producción y con apoyo en el sector público, privado y social. Habló de la Ruta Maya como detonante de empleo, con una inversión de 120 y 150 mil millones de pesos, con trescientos mil empleos directos en su construcción…
Está bien. Aun cuando este discurso parezca como si estuviera en campaña aun. El bono de confianza que los mexicanos le están entregando es, precisamente, por el cumplimiento de aquellas y de estas promesas. Poco a poco se irá viendo si esto es así y si esa confianza se mantiene… o no.
[email protected]