De ocurrir un sismo con magnitud de 8.1 frente a las costas del Golfo de Tehuantepec, sería desastroso para los municipios que se ubican en la zona oriente de la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
El área de investigación de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos (CEPCyGR), estableció que las ondas sísmicas avanzarían hacia la Sierra Sur con un panorama muy destructivo, mientras en los Valles Centrales, Cuenca del Papaloapan y en la Costa oaxaqueña el pronóstico sería en destructivo y muy fuerte.
Por ello, durante el Primer Simulacro Nacional 2025 que se llevó a cabo este martes, participaron alrededor de 975 mil 913 personas en la entidad oaxaqueña, destacando los trabajadores de dependencias gubernamentales y estudiantes de diversas escuelas públicas y privadas.
El titular de la CEPCyGR, Manuel Maza Sánchez informó que en este simulacro tuvo como hipótesis un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en el Istmo de Tehuantepec, similar al terremoto que azotó la región el 7 de septiembre de 2017.
Detalló que en este ejercicio participaron 29 dependencias estatales, 223 municipios, así como trabajadores de inmuebles federales y 33 mil 582 de escuelas particulares del nivel básico que aplicaron sus planes internos de protección civil.
En el Palacio de Gobierno la evacuación de funcionarias, funcionarios y visitantes fue encabezada por el Gobernador Salomón Jara Cruz, quien posteriormente, acompañado del titular de protección civil, Manuel Maza Sánchez, acudieron al Centro de Control y Comando (C4) para conocer la participación de la ciudadanía en este primer ejercicio de prevención.
“Hemos tenido una gran participación a nivel estatal, sobre todo al ser Oaxaca una entidad generadora de sismos, por lo que debemos ser el estado con mayor participación y organización y así demostrar la capacidad de respuesta por parte de la administración del Gobernador Salomón Jara Cruz”, destacó Maza Sánchez.
Añadió que esta actividad es fundamental para evaluar los protocolos de respuesta ante emergencias y reforzar la cultura de la prevención en la población; además de contribuir en el fortalecimiento de las capacidades de reacción de las Unidades Internas y sus brigadas institucionales ante estas situaciones, ya que la entidad oaxaqueña sigue siendo el estado con mayor actividad sísmica en el país.