El Centro Histórico y la colonia Reforma son las zonas más codiciadas por los empresarios y comerciantes para abrir establecimientos comerciales, sobre todo restaurantes y bares.
A pesar de que las rentas de los locales son muy altas, pues van desde los 12 mil pesos hasta 30 mil pesos en promedio, según el giro comercial, los inversionistas arriesgan sus capitales para echar a andar nuevos negocios.
Sin embargo, el mayor obstáculo que enfrentan son los trámites para obtener permisos ya que están obligados a transitar la lenta burocracia para conseguir la autorización legal de operaciones.
“Lamentablemente es tardado y te piden un requisito fundamental que es el pago de predio del dueño de la casa. Lo cual cada vez es más difícil ya que el dueño del inmueble al que vas a rentar muchas no te presta el recibo del pago”, coincidieron en señalar comerciantes.
Ante ello, cada vez más oaxaqueños se vuelvan a la informalidad para allegarse de recursos, pues además de cumplir con los requisitos deben pagar puntualmente servicios como la energía eléctrica, teléfono, agua potable y otros más.
“Los emprendedores de Oaxaca de Juárez desean que haya un solo criterio por parte de las autoridades municipales para autorizar el funcionamiento de los giros blancos, porque lamentablemente hemos observado que cada quehay nueva administración cambiael proceso”, dijo Salvador Carlos López, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope).
“Se necesita establecer un criterio de forma permanente para hacer realidad la celeridad en los permisos de apertura de nuevos comercios, pues cada tres años hay nuevas disposiciones”, reclamó Salvador Carlos López.
La apertura de nuevos negocios en la capital del estado genera en promedio ocho empleos al día pero se necesitan más, pues así como se demanda abrir nuevas comercios hay muchos que cierran.
Aunado a ello la inseguridad se ha vuelto uno de los principales retos para la operación de comercios, al margen de las utilidades para pagar los servicios, salarios e impuestos.
“Es preferible que se facilite la apertura de negocios y haya mayor formalidad con el pago al Ayuntamiento, en cambio, con las complicadas exigencias fomentanla informalidad pues está demostrado que muchos prefieren evadir estas exigencias y actuar en la informalidad”, sentenció.
EXIGEN MENOS BUROCRACIA
La solicitud de apertura de un negocio en el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez se ha convertido en un verdadero calvario para los potenciales inversionistas.
A pesar de que los trámites para abrir un negocio de bajo riesgo tendría que tardar tres días, en la práctica son días de peregrinar, destacó Ventura Salinas.
Si bien acaban de publicitar los requisitos para la apertura de giros blancos, en los hechos hay mucha tramitología que desalienta la intención de abrir nuevos negocios.
Josefina Vásquez pidió un formato de registro y trámite de negocios de bajo riesgo, pero los problemas comienzan cuando tienen que conseguir el recibo de pago predial vigente cuando son arrendatarios, pues los dueños de los inmuebles se niegan a prestarlos.
“Lamentablemente es tardado y en muchas de las ocasiones quienes pretenden abrir un comercio, desde dulcerías, papelerías, mercerías o regalos, se desesperan y lo abandonan”.
Coincidieron que la petición es simplificar los trámites, se acuda a la buena fe cuando se trata de giros que no son de alto riesgo o de los llamados blancos, tanto para agilizar la creación de negocios como de fuentes de empleos formales.
Esther Merino Badiola, presidenta de la Alianza Comercial y Empresarial de Oaxaca (AECO), admitió que algunos de los agremiados reclaman que la exigencia de tantos documentos los obliga a buscar otros mecanismos para abrir sus comercios, así sea con el pago de moches.
Abrir un negocio puede significar hasta un año de peregrinaje en las oficinas y la burocracia del municipio.
“Esto es complejo, vienen las multas. Quizá el pago de operaciones sea de mil 500 pesos por apertura de negocio y las multas vienen del doble porque no pudiste cumplir con algún requisito”.
Recordó que han solicitado al Ayuntamiento capitalino eliminar el recibo de predial como requisito para agilizar la creación de negocios y fuentes de empleos formales, sin que haya una respuesta formal al planteamiento.
Si bien resulta necesario tener un control y exigencias estrictas en la apertura de negocios, las reglas no se aplican de manera general. “Se aplica a los que están establecidos y los que están en la irregularidad los dejan pasar”, sostuvo.
RENTAS ELEVADAS AHORCAN NEGOCIOS
Los inversionistas han considerado al Centro Histórico y la colonia Reforma como las zonas de mayor dinamismo comercial en la capital, lo cual ha incrementado el costo de los terrenos y la renta de locales.
Mientras en la Calzada Madero la renta de un local de 50 metros cuadrados cuesta 7 mil pesos mensuales, en el Centro Histórico puede llegar a costar casi 30 mil pesos mensuales un espacio de 60 metros cuadrados.
Los precios se disparan de acuerdo con el sitio y su área, ya que en calles como Reforma, Constitución, Margarita Maza, y otras del Centro Histórico, las rentas van entre los 12 mil y 20 mil pesos.
En la colonia Reforma, que desde hace años dejó de ser zona habitacional para convertirse en sitio de restaurantes y comercios de todos giros, locales de 365 metros cuadrados y 400 metros cuadrados van desde los 50 hasta 60 mil pesos mensuales.
Hay precios para áreas menores que se encuentran en un rango de 6 mil 500 y 9 mil pesos; en contraste, en la agencia municipal de San Martín Mexicapan una bodega de mil metros cuadrados se puede rentar en 40 mil pesos mensuales.
Un local comercial en Símbolos Patrios se encuentra entre 5 mil 500 y 8 mil pesos, en tanto que en otras agencias como San Juan Chapultepec se encuentran entre 4 mil y 9 mil pesos.
Sin embargo, todo depende del giro comercial que se pretenda instalar, pues si bien en su mayoría son misceláneas, estéticas, cafeterías, minisúper, bares, todos deben cumplir con varios requisitos, entre ellos: uso de suelo, permiso de construcción, registro público de la propiedad.
De ahí la petición de contar con una Unidad de Trámites Empresariales o de Atención Rápida a Empresas, para que los interesados no tengan que ir de un lado a otro y se logre abatir tanta tramitología.
En la medida en que todo se concentre en una ventanilla, se agilizarán todos los trámites y habrá celeridad para animar nuevas inversiones y generar las fuentes de empleo que se necesitan en esta ciudad.
