De un total de 354 personas en situación de calle que fueron rescatadas en el Mercado de Abasto “Margarita Maza” o mejor conocido como la Central de Abasto, al menos 286 permanecen en proceso de reinserción social.
De este universo 244 no cuentan con redes familiares que puedan hacerse responsables de sus procesos de rehabilitación y 42 permanecen recibiendo atención con el consentimiento de algún familiar.
Al presentar el diagnóstico del Operativo Pescador en el Mercado de Abasto, el secretario de Gobierno (Sego), Jesús Romero López, informó que la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Coordinación para la Atención de los Derechos Humanos siguen trabajando para establecer contacto de las 244 personas restantes con sus familiares.
Refirió que del total de las personas censadas que fueron 354, de las cuales 323 son hombres, 30 mujeres 30 y una persona de la comunidad LGTB, el 79 por ciento que son 267 son de origen oaxaqueño, 72 de otros estados y un extranjero.
Quienes provienen de otras entidades federativas, 19 son de Chiapas, 19 de Ciudad de México, 1 de Durango, 3 del Estado de México, siete de Guerrero, 1 de Jalisco, 1 de Nuevo León, 8 de Puebla, 1 de Sinaloa, 9 de Veracruz, 1 de Tabasco, 1 de Tamaulipas y 1 de Tlaxcala.
Según datos de las autoridades municipales y estatales, muchas de estas personas fueron abandonadas a su suerte en la ciudad de Oaxaca por sus familiares, o bien por alguna autoridad que evita atender la situación en que se encuentran las personas en situación de calle.
Romero López detalló que de las personas rescatadas 30 personas ya egresaron del centro de rehabilitación, de las cuales 20 de ellas sus familias se comprometieron a ingresarlas en otros centros y dar seguimiento a su cuidado, dos más se tienen programados para salir, sin embargo, de las 20 que habían egresado 8 fueron nuevamente descuidados por sus familiares y ya regresaron a la vía pública.
El diagnóstico de las autoridades señala que se ha dado acompañamiento a 49 familias entrevistadas, de las cuales 20 refirieron que tuvieron limitaciones económicas para apoyar a sus familiares en el proceso de rehabilitación, en 15 casos fueron por presentar conductas violentas, en 9 casos sus parejas impidieron su rehabilitación y en 5 casos la edad de los cuidadores les impide hacerse cargo del proceso.