A pesar de que existe consenso entre empleados y empleadores en que la reducción de la jornada laboral en México es deseable, las condiciones que hoy imperan en nuestra sociedad son muy distintas de aquellas cuando se estableció la jornada hoy vigente.
Existen estudios de la Organización Internacional para el Trabajo (OIT) que aseguran que una reducción en la jornada laboral tiene efectos positivos en la salud mental de los trabajadores, pero la reducción de la jornada laboral inevitablemente genera costos extraordinarios para las empresas.
Mario Cruz Escamiroza, Consejero de Coparmex Oaxaca, explicó que el sector empresarial debe hacer un profundo análisis de la reforma de Ley que ya se discute en la Cámara de Diputados, una que sin duda generará amplio interés, entre toda la población, como es la reducción de la jornada laboral en México.
“Hoy la jornada laboral es de 48 horas por semana, trabajamos 6 y descansamos 1 día por semana, ese día de descanso es pagado por los empleadores. La reforma laboral, como está por principio planteada, propone reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, para esto propone trabajar 5 y descansar 2 días por semana, esos dos días deberán ser pagados por los empleadores”.
Este simple ajuste genera importantes aumentos en los costos de las empresas, entre ellos, “cerrar la tienda 2 días por semana, lo cual reduciría sus ingresos, contratar más personal para cubrir el día antes laborado y ahora descansado, con lo cual subirán sus costos”.
Por ello, advirtió que esta reforma pondría en riesgo la sostenibilidad de pequeñas y medianas empresas de todo el territorio nacional y disminuir el horario de trabajo perjudica principalmente la operación de diversos sectores en el país y que, incluso, se fomentarían la informalidad y los despidos a mediano plazo.
Oaxaca es uno de los estados con mayor informalidad y pobreza laboral, una reducción de la jornada laboral que incremente los costos de las empresas puede derivar en un incremento de la informalidad y la pobreza laboral al no poder las empresas cubrir el incremento de costos de la reforma, agregó.
El empresario resaltó que sin duda una reducción en la jornada laboral siempre resulta deseable por esperase que el tiempo no laborado se dedicará al descanso, al esparcimiento o al desarrollo humano.
Sin embargo, si una reducción en el tiempo laborado no viene acompañada de una mejora en la productividad, en el corto plazo, incrementará los costos de producción de las empresas y si esto sucede en un contexto de bajo crecimiento económico e inflación las consecuencias en el bienestar de la población podría ser contrarias a lo deseado.
Insistió que la reducción de la jornada laboral requiere un análisis profundo no para describir lo ya ocurrido por la ausencia de una menor jornada laboral que la existente, sino por vislumbrar sus consecuencias en el corto y largo plazo.
