“No venimos por dinero, sino por obras”, grita a todo pulmón uno de los dirigentes de una organización campesina, una de tantas que existen en el estado de Oaxaca; frente a los edificios de Ciudad Administrativa, los agremiados, indígenas de varias comunidades, “muestran su fuerza”.

En Oaxaca existen 409 organizaciones de la sociedad civil y sociales reconocidas por las autoridades, más los que no aparecen en los registros, a quienes la Secretaría General de Gobierno (Segego) ha destinado mil 337 millones 153 mil 843.2 pesos del 2013 al 2018.

El dinero se cataloga en el concepto “gobernabilidad democrática”, el cual tiene como objetivo mantener la paz en la entidad, es decir, solucionar los conflictos con organizaciones sociales, políticos, agrarios y religiosos, esto de acuerdo con los reportes anuales de la Secretaría de Finanzas.

Durante febrero y marzo del 2019, Santa Catarina Juquila y Santiago Yaitepec, en la Sierra Sur, sostuvieron un conflicto agrario que incomunicó el santuario de la Virgen de Juquila con la capital por 42 días; dos mandos policíacos fueron retenidos. Con estrategias no hechas públicas, Héctor Anuar Mafud Mafud, titular de la Segego, llegó a un acuerdo con las comunidades involucradas.

La Segego gastó en promedio 222 millones de pesos anuales en seis años para la solución de los conflictos sociales en la entidad. La opinión pública desconoce el paradero de estos recursos, pues la dependencia encargada de coordinar la política interna de la entidad, mantiene el misterio y la negativa de desglosar como utilizó este dinero.

Organizaciones sociales, una forma de corrupción

“Hoy el Estado Mexicano tiene que pagar por restablecer el control del poder y del dinero”, dicta el estudio, Corrupción y los Grupos de Poder en México, del investigador Salvador Alejandro Hernández Aguilar.

La publicación califica a las organizaciones sociales como una de las tantas formas de corrupción que existen en México, los cuales toman la protesta pública como estandarte de defensa de las causas justas, sin embargo, lleva consigo un interés de fondo que consiste en debilitar a la estructura del gobierno, obtener recursos económicos, fomentar el desorden y la anarquía, secuestrando la tranquilidad social de las mayorías.

“El fenómeno de la corrupción se presenta con el ‘chantaje’ que ejercen algunos grupos sociales, que en el falso ejercicio de la ‘causa legítima’, obligan al Estado a entregarle recursos económicos, en caso contrario, ejercen actos de violencia que afectan la gobernabilidad y la paz social e impiden la correcta aplicación de la ley, generando impunidad”, destaca Hernández Aguilar.

En este trabajo se detalla que los mediadores, quienes en su mayoría son servidores públicos, se aprovechan de este desorden social y fomentan la proliferación de estas organizaciones y son estos funcionarios los que ordenan clandestinamente las protestas.

Los que reciben el dinero

De las 409 organizaciones de la sociedad civil y organizaciones sociales que reconocen la Secretaría de Gobernación (Segob) y el registro de asociaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 61 agrupaciones sindicales, que incluyen a 6 mil 188 miembros, son las más reconocidas.

De las organizaciones sociales registradas en Oaxaca, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) domina la escena con 17 sindicatos afiliados, a las cuales pertenecen dos mil 176 socios.
La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) alberga a seis sindicatos, 663 socios y la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) tiene a 14 sindicatos con 888 socios. Hay que resaltar que la Federación Revolucionaria de Trabajadores del Estado de Oaxaca, sólo registra a un sindicato con dos socios.

Apenas el 5 de marzo un enfrentamiento entre integrantes de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) y el Sindicato Libertad, dejó como saldo a un menor de edad muerto y tres personas lesionadas en las riberas de Río Atoyac.

La CATEM es una organización que llegó a Oaxaca apenas el año pasado, pero que ha tomado más fuerza de lo que aparenta, pues en los registros de la Segob sólo presenta a dos sindicatos y 27 socios. Como independientes se autodenominan 19 sindicatos que albergan a dos mil 368 socios.

En el registro de organizaciones de la sociedad civil de la Segob aparecen 348 asociaciones civiles, con corte hasta el 17 de mayo, sin embargo, en 2015 la Secretaría de Desarrollo Social indica la existencia de mil 672 de estas organizaciones, siendo Oaxaca la cuarta entidad en agrupaciones sociales de este tipo.

Aunque las asociaciones civiles son en su mayoría universidades y agrupaciones que no han dado mucho de qué hablar, también tiene esta denominación el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), organización que se ha caracterizado por realizar marchas, bloqueos y el manejo de transporte público, sobre todo al interior del estado.

Las que no aparecen en los registros

El- Sindicato Libertad de Trabajadores del Transporte de México o simplemente Sindicato Libertad y que muchas veces ha puesto en jaque a la ciudad de Oaxaca, no aparece en los registros, lo mismo que la organización Sol Rojo.

En tanto el Movimiento Antorcha Campesina se autodefine como una asociación política y es una de las que más historias tiene, pues se creó en 1943.

La CNTE, punto y aparte

La Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es otro de los grupos sociales que han disfrazado causas sociales para obtener beneficios económicos en México y en Oaxaca, según argumenta la publicación la Corrupción y los Grupos de Poder en México.

Con sus más de 80 mil miembros, la Sección 22 realiza paros anuales con el propósito, dicen, de obtener mejoras educativas y salariales, aunque a decir de la investigación de Hernández Aguilar, “el gobierno en complicidad con el sindicato magisterial, están vulnerando el bien superior del menor, de los niños, niñas y adolescentes, como es el acceso a la educación, al conocimiento y a la dignidad en la formación de las personas”.