En medio de una marcha que exigió alto a la violencia política contra las mujeres en el proceso electoral de este año, decenas de mujeres respaldaron a la diputada Liz Arroyo que ha sufrido este tipo de agresión.
Aunque hubo un grupo pagado que intentó boicotear la manifestación pacífica, en las calles y en el Zócalo, se escuchó la voz de quienes piden libertad para participar en la vida política de Oaxaca sin que la actitud machista vaya a frenar las participaciones.
Estamos aquí para exigir nuestros derechos, y el de nuestra compañera diputada Liz Arroyo, quien ha sido nuestra voz en el Congreso, y quien en últimas fechas ha sido blanco de violencia política por razón de género, y sin que hasta el momento haya recibido justicia, pues la violencia política y digital contra ella continúa con total impunidad”, manifestaron.
Provenientes de las diversas regiones del estado, mostraron sororidad hacia la diputada, quien con su agenda legislativa desafió las estructuras patriarcales y alzó la voz contra la justicia patriarcal que sometió a cientos de víctimas de violencia de género e institucional.
En los casos, dieron respaldo a Laura Blanco, regidora de San Juan Lalana y la diputada Adriana Altamirano quienes encuentran el camino minado por la actitud machista.
Frente a Palacio de Gobierno de Oaxaca, urgieron a las instancias asumir responsabilidades para que las oaxaqueñas cuenten con las medidas necesarias de protección.
Pidieron crear una base de datos de las precandidatas y candidatas a todos los cargos de elección popular en el proceso electoral 2023-2024, clasificándolos según su distrito y municipios de procedencia.
También la creación de un protocolo de órdenes y medidas de protección para mujeres en situación de violencia política por razón de género, que incluya la participación de un equipo multidisciplinario, un test de evaluación de riesgo y las circunstancias en las que se debe considerar la revaloración de aquel.
El manifiesto firmado por una decena de organizaciones, pide el cumplimiento de todas las medidas cautelares y medidas de protección que se han emitido a favor de Liz Arroyo, para lograr el cese de la violencia de género tanto política como digital, así como la restitución de sus derechos.
Por su lado, en una videoconferencia, Liz Arroyo mencionó que justo cuando se estaban concentrando para la marcha, llegó un grupo de mujeres, quienes, cubriéndose el rostro con cubrebocas, y reclamaron un pago.
No obstante, no se identificaron ni portaron camisa ni ropa blanca o en su caso, una pañoleta, como fueron las indicaciones.
Resulta que cuando llego, se acercaron unas personas vestidas de negro, con cubrebocas, capuchas y gafas oscuras, me abordan y me empiezan a cuestionar y a gritar, porque según les ofrecí 200 o 300 pesos”, contó.
Pero ellas no querían ser identificadas con el fin de sabotear la movilización.
