Como cada año, previo al miércoles de ceniza, las y los habitantes del municipio de San Martín Tilcajete, celebraron su tradicional carnaval de los diablos aceitados que es acompañado con una banda de música, comparsa y una boda ficticia.
Desde temprana hora, disfrazados de diversos personajes que sus antepasados crearon para adornar el carnaval, las y los diablos aceitados recorren las principales calles de esta comunidad ubicada en el valle de Ocotlán.
De acuerdo con datos de los comuneros, sus antepasados crearon los personajes de los diablos aceitados como una representación a las maldades que los seres humanos realizan durante todo el año, por lo que previo al miércoles de ceniza, estas acciones deben expresarse de diferentes maneras como bailando, conviviendo y disfrutando de la música regional oaxaqueña.
Destacan que el aceite sirve para limpiar sus cuerpos de los males que aqueja la sociedad y para otros, los diablos salen para espantar los espíritus malignos para después vivir un momento de fe con el inicio del miércoles de ceniza y de la cuaresma.
Diablos aceitados se limpian el alma
En años anteriores, los participantes utilizaban el tizne de las ollas y comales para pintarse el cuerpo, posteriormente se embarraron de grasas y aceites caseros. Ahora unos utilizan pintura con aceite casero y otros aceites quemados para darle brillo.
Se bañan en aceite para limpiar el alma y se cuelgan las campanas para espantar el demonio, cada quien tiene sus propias historias, algunos prácticamente lo hacen por diversión para mostrar sus mejores disfraces”, señalaron los habitantes de Tilcajete.
Derecha: Salen para espantar al demonio.
Boda ficticia
El Carnaval de San Martín Tilcajete o también conocido como el Carnaval de los Diablos Aceitados, es acompañado por una boda ficticia que organizan los “Encabezados”, como se les llama a las personas que organizan esta celebración.
Los personajes de la boda son varones que fueron previamente seleccionados por los organizadores, en donde se encuentran la novia, el novio, los padrinos, el abuelito, el quinceañero, el juez, los padres de los novios y los metiches.
Desde la casa de la novia llegan los invitados especiales y los padrinos, quienes llevan consigo cervezas, tepache, guajolotes y los regalos, en medio de una comparsa, la banda de música entona jarabes y bailes tradicionales de Oaxaca para invitar a los visitantes a disfrutar del carnaval.
Los diablos y los personajes de la boda llegan hasta el Palacio Municipal, en donde invitan a las autoridades municipales a formar parte de esta gran festividad que año con año cautiva a miles de turistas locales, nacionales e internacionales.
