Con la finalidad de recuperar un reino de justicia, de verdad, vida, santidad de gracia de amor y de paz social, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, exhortó a las y los feligreses extender el Reino de Dios a los hogares.
Al encabezar la homilía dominical en la Catedral Metropolitana de Oaxaca, pidió a las y los feligreses crecer en santidad, “no se mueva en el error, siempre en la verdad. No cultive en usted la mentira, la falsedad, y no destruya a nadie con sus palabras, no le cause daño a nadie porque Dios quiere que viva el amor y viva en paz y que viva en la justicia, eso es lo que quiere Dios y si usted hace vida eso, está haciendo presente el Reino de Dios y Dios nos va llamando en diferentes momentos y circunstancias de la vida. Una cosa es el estado de vida y otra cosa son esos encargos que nos hace Dios en ciertos momentos, muy especiales”.
Los estados de vida están muy claros, son vida matrimonial, religiosa, sacerdotal o vida célibe en el mundo, no hay más, no le busque más, o Dios lo llama al matrimonio o lo llama al sacerdocio y a las mujeres las llama a la vida religiosa o los llama a ser hombres y mujeres célibes en el mundo, santificando al mundo con una misión muy específica. Esos son los estados de vida, pero en diferentes momentos de la vida Dios nos va llamando para que hagamos algo”.
El Arzobispo también exhortó a la comunidad católica a seguir promoviendo la paz social. “Nuestros pueblos han pedido paz. He estado escuchando a un sacerdote de nuestra Arquidiócesis que estuvo trabajando para que ya no hubiera fricciones entre dos pueblos y me manda a decir al final, feliz de la vida: Monseñor, hemos logrado que haya entendimiento, que haya comunión y que luchemos juntos para conservar la paz y no estar divididos y enfrentados como hermanos y como pueblos oaxaqueños”.
Usted tiene que buscar la paz, luchar por la paz. Y usted también tendrá que decir en ciertos momentos: aquí nos está faltando el amor, la comprensión, la aceptación de unos y de otros y nos salgamos de nuestra familia, tal vez allí en la casita preguntémonos si estamos amando y preguntemos al que está al frente si se siente amado por nosotros. Tenemos que estar preguntándonos si la vivencia del amor está ahí y qué nos está haciendo falta para de veras disfrutar y gozar en nuestra vida familiar, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los demás siendo sinceros”.
Vázquez Villalobos lamentó el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en el estado de Chihuahua. “Hemos sufrido el dolor, en los últimos días de la muerte de dos hermanos nuestros dedicados a servir, sólo a servir a los más necesitados de la Tarahumara. Ahí fueron entregando toda su vida, ahí se fueron desgastando, ahí se hicieron viejos y ahí los amaban y ellos amaban a la gente con la que vivían y trabajaban. Pero se metió el odio, la maldad y les quitaron la vida”.
Y así como esos, como nuestros hermanos jesuitas, cuántos hermanos nuestros les han quitado la vida porque se dedican al bien de sus hermanos, porque se dedican al servicio. Este es el mundo en el que nos estamos moviendo, un mundo que nos está llenando de miedo, de temor, porque no sabemos con quién nos vamos a encontrar y decimos: ya no se respetan, ni se respeta a las personas ni se respetan los espacios porque el asesinato de nuestros hermanos jesuitas fue dentro de un templo, de un lugar sagrado, de la casa de Dios, ante la presencia de Jesús Eucaristía. Ahí se levantó un arma y le quitó la vida a quienes servían con amor a sus hermanos”.
Pero también le han quitado la vida a tantos y tantos hermanos nuestros en el santuario de la vida que es su pequeña Iglesia doméstica que es su casa. Hasta ahí han entrado para asesinar y matar. Hasta nuestros hogares, hasta dentro de nuestra casa acribillan a uno y a otro. Cuánta maldad ha crecido en el corazón del hombre. Que no crezca en ti, cuida esto, tu corazón, cuídalo, porque no estamos libres de que el demonio se meta en nosotros y nos lleve a hacer maldades. No estamos libres pero que no te venza el tentador, que no te venza la ambición, que no te venza el querer enriquecerte injustamente”, apuntó.