En el marco del Primer Domingo de Adviento, desde la Catedral de Oaxaca, el arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, dio un emotivo mensaje durante la homilía exhortando a los fieles a reflexionar sobre la importancia de estar alertas ante la venida del Señor y a vivir este tiempo litúrgico como una oportunidad para la renovación espiritual y comunitaria.
“El Adviento es un llamado a estar despiertos, conscientes, y a preparar el corazón como el mejor pesebre para recibir al Señor”, expresó Monseñor Vázquez Villalobos.
El arzobispo recordó a los asistentes que, en medio de las preocupaciones cotidianas, no deben descuidar su relación con Dios, quien siempre acompaña y guía. “A veces dedicamos horas a cosas que nos parecen importantes, pero cuando se trata de Dios, queremos que todo termine rápido. Debemos aprender a disfrutar nuestra fe y a reconocer la presencia de Dios en nuestra vida diaria”, añadió.
Un llamado a la esperanza
En su mensaje, el Arzobispo no ignoró los desafíos que enfrentan las comunidades, especialmente en contextos de violencia e inseguridad. Invitó a los fieles a refugiarse en Dios y a confiar en su providencia, especialmente en este tiempo de Adviento.
“No nos olvidemos de Dios. Preparemos nuestro corazón y dejemos atrás aquello que impide que el Señor habite en nosotros”, enfatizó.
Vázquez Villalobos también expresó su alegría por la presencia de los fieles en la Catedral y destacó la importancia de pequeños gestos como una palabra amable o una mirada para fortalecer el amor en las relaciones humanas.
“Llénese usted de amor divino y transmítalo a los demás. Esa es nuestra misión como cristianos”, dijo.
Esperanza en las nuevas vocaciones

Un momento destacado de la celebración fue el reconocimiento a jóvenes que avanzan en su camino hacia el sacerdocio, recibiendo ministerios como parte de su formación. El arzobispo Pedro Vázquez compartió su emoción por estos avances, subrayando la necesidad urgente de sacerdotes en la Arquidiócesis y haciendo un llamado a las familias para que promuevan las vocaciones religiosas.
“Las comunidades claman por sacerdotes que las acompañen y las guíen. No podemos permitir que se sientan abandonadas. Jóvenes, perseveren en su camino y sean testimonio vivo de alegría y servicio”, exhortó el prelado. Además, destacó que estas vocaciones son fruto de familias sencillas y humildes, a quienes animó a seguir fomentando el amor por el sacerdocio y la vida religiosa.
El Arzobispo concluyó su homilía pidiendo la intercesión de la Virgen María para que inspire a más jóvenes a responder al llamado de Dios y a asumir el compromiso de servir como ministros de Su Iglesia.
El Adviento, una invitación al cambio y la esperanza
En este Primer Domingo de Adviento, la homilía del Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos se convirtió en un llamado a la preparación espiritual y a la acción concreta en la promoción de las vocaciones. A través de sus palabras, los fieles fueron invitados a reflexionar sobre su fe, renovar su compromiso con Dios y trabajar juntos para fortalecer las comunidades eclesiales.
Este tiempo litúrgico, señaló el Arzobispo, es una oportunidad para abrir el corazón y permitir que la luz del Señor ilumine nuestras vidas, llenándolas de esperanza, paz y amor.