La crisis en el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso” de Oaxaca, derivada del desabasto de medicamentos y la saturación de servicios, no solo afecta al personal médico y a los pacientes, sino también a familiares de personas internadas en el nosocomio, quienes enfrentan condiciones precarias mientras esperan noticias de sus seres queridos.
Tras las protestas del personal de salud, que denunció un abasto de medicamentos e insumos de apenas entre el 20% y el 25% , los familiares de pacientes relatan situaciones de incertidumbre y desamparo. Muchos provienen de comunidades alejadas y deben esperar en la vía pública, sin acceso a información ni espacios adecuados para su estancia.
“Antes por lo menos dejaban entrar a un familiar responsable, pero ahora nos tienen en la calle”, lamenta la señora Judith, originaria de Huajuapan, cuyo hijo fue trasladado al hospital desde la noche anterior. “Hasta ahorita, las 16:00 horas, nada más me han hablado para cambiarle el pañal a mi familiar y no tenemos un diagnóstico”, añade con preocupación.
Situaciones similares viven otras familias, como dos mujeres de Nochixtlán, quienes llevan más de 20 horas esperando noticias sobre su hija, internada de emergencia por complicaciones en el embarazo. “No nos han informado si nuestro familiar ya dio a luz o si necesita algún tipo de intervención”, expresan, evidenciando la falta de comunicación por parte del hospital.

La saturación del hospital ha llevado también a que pacientes permanezcan en la sala de urgencias durante varios días debido a la falta de camas disponibles. Además, la prohibición de ingresar a un familiar responsable agrava la situación, dejando a los enfermos sin acompañamiento y a sus acompañantes en la incertidumbre.
A pesar de que el sistema IMSS-Bienestar debería garantizar atención gratuita, la escasez de medicamentos e insumos ha llevado a que muchas familias deban adquirirlos por su cuenta, generando gastos significativos . 
El personal médico ha señalado que, bajo el argumento de la gratuidad en los servicios de salud, se les ha prohibido entregar recetas a los pacientes o sus familias para que adquieran los medicamentos que no se encuentran disponibles en la farmacia del hospital. 
Mientras tanto, los familiares de los pacientes continúan esperando en la calle, rezando por la salud de sus seres queridos y por no ser víctimas de la inseguridad en los alrededores del hospital. La falta de información y acceso al nosocomio prolonga la agonía de quienes ya enfrentan la difícil situación de tener a un familiar hospitalizado.
La situación en el Hospital Civil de Oaxaca evidencian una crisis más amplia en el sistema de salud pública del estado, que requiere atención urgente por parte de las autoridades para garantizar el derecho a la salud y la dignidad de pacientes y sus familias.