Pese a que prácticamente ya se superó la pandemia de Covid-19 y la gente ha recobrado sus actividades diarias, vendedores de artículos con motivo de las fiestas patrias no esperan buenas ventas.
A diferencia de hace dos años, en el presente año siguen las limitaciones para ingresar al Zócalo capitalino y a la Alameda de León, en donde los comerciantes optaron por colocarse en calles como Guerrero, Armenta y López, Colón y Bustamante.
Las esquinas que conducen tanto al Zócalo como a la Alameda de León se observan libres de los tradicionales vendedores de banderas tricolores, cornetas y serpentinas, aunque la afluencia de personas es mínima.
De las casi 50 banderas de México medianas, un ciento de gises de colores y dos docenas de cornetas, Juan no ha vendido más que 50 pesos y ya pasa de la una de la tarde.
En su puesto ambulante colocado en la esquina de Armenta y López con la calle de Guerrero, la mercancía sigue casi intacta ante la falta de clientes.
No pensamos que sería tan fuerte este descalabro, no estamos sacando más de 100 pesos al día, ojalá la otra semana mejore porque nosotros vendemos por temporada y andamos al día”, relata.
Pese a que en la zona centro hay mucha movilidad de personas quienes se dirigen a los comercios de la zona, no todos se quedan en el sitio, sino solamente lo ocupan de paso.
Aunado a que la actividad comercial en los restaurantes y bares de los portales del zócalo sigue un tanto disminuida en comparación con 2019, hoy se observan pocos comensales en los restaurantes.
Sin embargo, en las calles de Flores Magón, Las Casas y 20 de Noviembre, la afluencia de personas genera una mayor posibilidad de venta para los comerciantes informales que ahí se instalaron.
Según el relato de Ernestina, la semana comenzó con bajas ventas dado que aún falta para las fiestas patrias, no obstante confía en que con el regreso a clases la vendimia se reactive desde lunes.
Dispuesta a sacar lo del día, va de un lado a otro de su puesto para ofrecer desde banderas, serpentinas, gises tricolores, trompetas y adornos para los automóviles.
Hay quienes desde que me acerco me dicen que no, pero si no le hacemos la lucha no comemos hoy”, dice con una franca sonrisa.
