Los negocios de todo giro pasan por una crisis al incrementarse las tasas de interés en los préstamos, porque con eso disminuyen las posibilidades de inversión, renovar o actualizar equipos, mobiliario, entre otros.
En el caso del sector de la construcción, venden los activos que han adquirido para financiarse y con eso, están a un paso de la quiebra.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHyM), José Rivera Espino, para los comercios de hospedaje (hoteles) no existe un apoyo o financiamiento por parte de los bancos después de la pandemia.
Es decir, los financiamientos que logran se cotizan con intereses más altos y eso significa una carga económica que les imposibilita el hecho de seguir generando inversión.
Por eso, sería el sector empresarial quien sostenga sus cuentas y amortigüe sus gastos para mantener abiertas sus puertas.
Por su parte, Misael Elorza Aguilar, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC-Oaxaca), dijo que “definitivamente el sector de la construcción es muy vulnerable que requiere mucho financiamiento pero que no es objeto de tal ante la banca comercial; lo que hacemos los constructores para financiarnos es vender los activos que alguna vez con ahorros y esfuerzos adquirimos”,
Añadió que con dicha situación, reducen la capacidad instalada y pierden fuerza económica.
En este año la CMIC Nacional firmó un convenio de colaboración con la empresa Konfio que es la que de alguna manera ha ayudado a algunos afiliados de Oaxaca con préstamos”, expresó.
Además, comentó que aunque en el 2021 hubo una recuperación mínima del sector, en 2022 está cayendo nuevamente.
Eso lo vemos en el desempleo que existe persistentemente. Sin trabajo, las empresas pierden liquidez y la poca utilidad que tienen de sus contratos mínimos se la van comiendo en épocas de crisis como las actuales y vuelven a quedar en ceros”, explicó.
Los ciudadanos de a pie, empresarios que surgieron desde cero se van acabando sus activos y terminan otra vez como empezaron.
Hay empresas en bancarrota por la falta de trabajo, deudas con el fisco, endeudamiento para sueldos y salarios, para adquisición de equipo especializado y también por falta de pago de algunas dependencias de gobierno principalmente el estatal”, añadió.
La opción de deuda en un futuro será muy cerrada para este sector que se quedará con únicamente el financiamiento que le puedan dar los proveedores.
Es un panorama muy desalentador, muy incierto y de quiebre para muchas empresas”, refirió.
