En su celebración de este domingo, en la que estuvo acompañado de más de una decena de seminaristas, el arzobispo de Antequera Oaxaca denunció públicamente el delito de trata en la ciudad de Oaxaca, a través de personas que se dedican a mendigar.
Sin especificar en qué partes de la ciudad, el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos se refirió a este problema en calles y banquetas de la ciudad. Fue al recordar el camino de Jesús hacia la ciudad de Jerusalén, junto a sus apóstoles, discípulos y de una gran multitud de personas y en el que se encuentra a un ciego de nombre Bartimeo como el clérigo ejemplificó la presencia de menores de edad, mujeres y otras personas víctimas de trata.
“Hay muchos que están en las banquetas pidiendo, algunos tendrán gran necesidad, otros tal vez son utilizados, utilizados. Es triste eso, personas humildes, sencillas, son utilizadas por vividores, que los explotan, explotan a los niños y a las mujeres, los distribuyen en las calles de nuestra ciudad para que pidan, para que pongan cara triste, para que tiendan sus manos y les den una moneda, y por ahí estarán quienes les quitan, porque los mandaron a pedir. No lo estoy inventando, me lo han dicho”, dijo Vázquez Villalobos.
En el centro de la ciudad diariamente se observan decenas de personas que se sientan en las banquetas o deambulan para pedir apoyo. En muchos casos también son infantes quienes piden alguna moneda o acompañante a las personas que se sientan para solicitarlo.
De acuerdo con el arzobispo, son otras personas las que le han contado que “miran hacia dónde caminan, dónde se juntan y quién es el que los liderea. Porque los han seguido y los han visto”.
Monseñor condenó está explotación, aunque también llamó a la sensibilidad de la sociedad para ayudar a quienes lo necesitan. “A veces les damos y a veces pasamos sin mirarlos. Y tal vez a veces nos hacemos preguntas: ¿necesitará realmente o está siendo explotado? Yo le diría a usted: tendamos la mano, hay muchas personas que necesitan”.
“Tendamos la mano y ojalá quienes hace esto dediquen a trabajar, no a explotar, no a vivir de otros que pasan vergüenza y que a veces talvez reciben no monedas, reciben insultos, desprecios, humillaciones y no hay necesidad de eso. No desprecies, no humilles. Si te es posible, tiende la mano”.