A pesar de que existen normas para su operación, en México los tractocamiones doblemente articulados que han causado tragedias en las carreteras, operan en la impunidad y representan una competencia desleal para los transportistas locales.
Desde hace más de una década, el gobierno mexicano firmó un convenio internacional ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de seguridad vial para tratar de reducir los índices de siniestralidad en las carreteras, pero esto no ha sido posible por omisión de las instancias gubernamentales.
“Hay una omisión por parte de las autoridades para aplicar la ley, especialmente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que les corresponde en el tema del doble remolque, desafortunadamente no se ha hecho nada.
“El acuerdo con la ONU no se ha llevado a cabo en materia de seguridad vial, siguen circulando en todo el país estos camiones y generan tragedias como lo que pasó en Tabasco donde explotó un camión cargado de combustible cuando circulaba en una carretera de tipo C donde están totalmente restringidas”, señaló Miguel Ángel Santiago Solís, coordinador nacional de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC).
Expuso que el responsable no es directamente el operador, sino la autoridad que no supervisa las restricciones del doble articulado en este tipo de carreteras, la otra es la competencia desleal que existe en el sector de carga, el doble remolque representa la competencia desleal hacia el mismo sector.
“En la norma de pesos y dimensiones, se habla de permisos de conectividad, dice que el permiso de conectividad opera hasta 50 kilómetros, pero por la otra parte dice que se requerirá un permiso especial a más kilómetros de lo que señala la norma, por un lado impide y por otro lado lo permite”.
“En el caso de Oaxaca, sobre la carretera federal 190 donde circulan la mayoría de estos camiones existen 166 kilómetros, de esos solamente están permitidos que circulen como máximo 50 kilómetros, ya que los permisos de conectividad que tienen las empresas cementeras expiraron en 2019, los cuales obligaban a cada camión circular con dos carros pilotos por cada unidad, uno adelante y uno atrás, pero desafortunadamente los accidentes ocurren porque ocupan dos unidades pilotos para una caravana de 10 camiones, violando la norma”.
Santiago Solís dijo que a pesar de que Oaxaca es el único estado donde se permiten circular estos camiones doble remolque en más de 50 kilómetros, las transportistas que están afiliados a los sindicatos violentos como la Confederación Mexicana de Trabajadores (CTM) y el Sindicato Libertad, imponen su ley.
“Todas estas empresas que operan los doble remolques no son oaxaqueñas y al contrario les quitan el empleo a los transportistas locales, si se frenan estos dobles articulados se evitarían muchos accidentes y se acabaría con la competencia desleal, le daría una oportunidad a los transportistas oaxaqueños para que se utilicen camiones tipo torton para sacar la mercancía, pero no se hace porque tienen explotando al operador y generando más ganancias económicas a las empresas”.
El coordinador nacional de la AMOTAC afirmó que otras de las repercusiones que tiene permitir la circulación de estos tractocamiones, es que debido al peso que llevan, además de generar accidentes provocan el destrozo de las carreteras.
“Las mercancías las llevan a otros estados pero destrozan las carreteras de Oaxaca y eso representa un enorme gasto al erario público, los únicos que a veces realizan operativos pero solamente para verificar licencias y placas son los elementos del Grupo de Atención Especializado en Transporte (GAET) de la Guardia Nacional, mientras la SCT sigue siendo una dependencia fantasma”, apuntó.
