El secretario general de la Sección 73 de vectores de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Jorge Alfredo Díaz López, señaló ayer un subregistro de casos de dengue en la entidad, al afirmar que a la fecha los trabajadores del sector han notificado 900, a diferencia de los 120 reportados de manera oficial.
El dirigente sindical expuso que por medio del programa de vectores, la Sección 73 señaló que tan solo en Valles Centrales se tienen 674 notificados, con brotes activos en San Antonio de la Cal, Zaachila, Oaxaca de Juárez y Zimatlán de Álvarez.
De dengue no grave tenemos 469, de dengue con signos de alarma 192 y de dengue grave 13”, destacó el secretario general, luego de asegurar que estos números podrían incrementarse en breve ante la falta de respuestas de las autoridades de salud, en la exigencia de material y equipo en el combate al mosquito transmisor.
De manera oficial, las autoridades de salud tienen un registro a la fecha de 120 casos confirmados, de los cuales, ocho fueron de la última semana, con foco rojo en los municipios de San Juan Bautista Tachichilco y San Pedro Mártir, mientras que en amarillo se encuentran San Antonio de la Cal y La Pe.
Los Servicios de Salud de Oaxaca señalaron hace unos días que las enfermedades como el dengue, zika y chikungunya se transmiten por los mosquitos “Aedes aegypti y Aedes albopictus”, ambos insectos hematófagos.
La dependencia expuso que existen varias fases del ciclo de vida del vector, como son: huevo, larvas y pupas, hasta convertirse en adultos; la hembra se alimenta de sangre humana ya que contiene proteína que le ayuda a madurar sus huevecillos. También machos y hembras se alimentan de soluciones azucaradas como el néctar de las plantas o frutas.
La mosquita deposita sus huevecillos en agua limpia o almacenada; su característica es que son de color blanco, se endurecen y adquieren la forma de un grano de arroz. Formándose el embrión, en el segundo día entran en proceso o estado de latencia y pueden permanecer hasta un año, esperando a que llegue el agua y salga la larva. En condiciones normales (temperatura y agua), en un período de siete días, completa su ciclo y se convierte en mosquito”.
La población puede contribuir a interrumpir el ciclo de vida del zancudo en la fase acuática cuando son larvas y pupas, tapando recipientes y contenedores de agua dentro de la vivienda. “Si eliminamos esta fuente del mosco podemos evitar y controlar esta población de insectos que son dañinos para nuestra salud”, resaltó la dependencia.
