“El Niño”, cambio climático y urbanismos impulsan sequía
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“El Niño”, cambio climático y urbanismos impulsan sequía

Las reservas para captación de agua ahora son caseríos, indica investigador


Foto: Luis Alberto Cruz – archivo // Urbanismo agrava la crisis hídrica.
Foto: Luis Alberto Cruz – archivo // Urbanismo agrava la crisis hídrica.

El cambio climático se ha dado a lo largo de la historia y en 1998 se registraron temperaturas altas e incendios forestales como está ocurriendo en estos días, expresó el doctor investigador del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo (CIIDIR) Unidad Oaxaca, Rafael Felipe del Castillo Sánchez.

El investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en esta entidad, señaló que estamos viviendo los efectos del “fenómeno del Niño” que se trata de alteraciones de las corrientes oceánicas que a México le acarrean sequía.

Coinciden con fenómenos astronómicos como las explosiones solares, y que junto con actividades generadas por el ser humano como el urbanismo, la ganadería y la agricultura, están provocando el clima intenso y que no es habitual en algunas regiones.

 

El calentamiento global resulta de la liberación, entre otras cosas, de gases de invernadero, principalmente de carbono y metano que provocamos nosotros”, indicó.

El doctor investigador, ubicó que en el caso de Oaxaca y la zona conurbada, diversas áreas que eran reservorios, ahora están ocupadas por casas y eso genera diversos problemas en el medio ambiente.

Los cerros funcionan como esponjas para atraer el agua y permitir que se infiltre a los mantos freáticos si están cubiertos de vegetación, pero si se les quita esa vegetación deja de tener esa función”, mencionó.

Por eso, al ponerle pavimento y casas, el agua se pierde por evaporación.

Mientras tanto, en el momento que se remueve la vegetación se eliminan los reservorios del dióxido de carbono que se va a la atmósfera.

Añadió que ese elemento, junto con el metano, dan un efecto invernadero y con el sol se produce una doble radiación que afecta al medio ambiente.

Cuando eliminamos plantas, estamos liberando dióxido de carbono y ese se va a la atmósfera, que asociado con el urbanismo, hace que el calor se sienta más”, dijo.

En cuestión de la ganadería que se practica en mayor medida en el Istmo y la Cuenca del Papaloapan, ocasionó que grandes bosques de estas regiones fueran sustituidos por siembra de pasto inducido.

Pero además, el ganado libera el gas metano a través de las flatulencias y se genera aún más el efecto invernadero.

El otro elemento que está afectando al medio ambiente es la agricultura con el cambio de uso de suelo, y como ejemplo el aumento de las extensiones de deforestación para la siembra del agave, como ocurre en el distrito de Tlacolula y rumbo al Istmo.

El doctor investigador del CIIDIR Unidad Oaxaca, señaló que existen acciones que no están en manos del ser humano, pero sí puede evitar aplicar métodos agresivos en la agricultura, reforestar con plantas nativas y evitar que se pierdan grandes extensiones de reservas de bosque para que las temperaturas no sean tan altas y llueva.


aa

 

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