A raíz de la suspensión provisional que otorgó una jueza a la impresión de libros de texto gratuitos, el sociólogo del Instituto de Investigaciones en Humanidades (IIH), Carlos Sorroza Polo, consideró que el tema educativo naufragó con el gobierno federal y fue casi el mismo fracaso que en materia de salud.
“Se está tomando sin seriedad ni importancia un tema indispensable para la sociedad, no se están construyendo herramientas de medición ni contenidos que respondan a la realidad actual”, comentó.
A nivel nacional, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) logró una suspensión provisional con la que ordena al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que frenó temporalmente la impresión de los libros de texto gratuitos para el próximo ciclo, hasta que no se verifique que se haya cumplido con los procedimientos marcados por la ley.
Para Sorroza Polo, investigador de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) los planes y programas de estudio que emitió la federación vía la Secretaría de Educación Pública (SEP), así como los contenidos no fueron sometidos a consulta de los actores sociales involucrados, como especialistas, padres, maestros y asociaciones, como se pide en la ley.
“Se observa un total fracaso similar a lo que pasó con el sistema de salud. Se dieron improvisaciones y falta de seriedad, no se emitieron pruebas piloto con las cuales se dieran los estándares de medición para la formación del paradigma educativo”, reforzó.
Dicha situación pone de manifiesto que hay huecos, falta de certeza del qué querer, cómo hacerlo y la medición que se debe realizar al respecto.
“Es un caos este tema y no se ve ninguna estrategia seria que busque fortalecer la educación en medio del rezago que dejó la pandemia. Es como el sistema de salud que naufragó, lo mismo pasó con el tema educativo”, mencionó.
Por eso, con este nuevo plan de estudio y los libros de texto no existe una clara visión del objetivo y tampoco se especificó si serán provisionales para el próximo ciclo escolar.
Para Sorroza Polo, aún cuando el gobierno federal no esté de acuerdo con la medición del nivel de conocimiento, son necesarios para que de ahí, se refuercen los mecanismos educativos y las estrategias de la SEP.
