Ser o no ser madre, decisión limitada y con estigmas
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Ser o no ser madre, decisión limitada y con estigmas

En 2019, la entidad se convirtió en la segunda del país en despenalizar el aborto, pero el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo aún es limitado


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Ser madre o no es una decisión que mujeres como Martha saben que les corresponde únicamente a ellas, pero que al hacerlo se enfrentan a diversos obstáculos como “las costumbres” o roles que históricamente se han asignado a su género. “En la mujer está el poder dar vida, el ser libre”, dice la originaria de Huajuapan de León.

Aunque reconoce que “a veces es la misma sociedad la que te limita”. Madre de familia y de 42 años, Martha ha visto cómo incluso cuando la decisión de ser madre a una edad “relativamente joven” es criticada por la sociedad, lo mismo que aquellas que han optado por no serlo o que por diversas causas no tienen esa posibilidad. “Que si ya eres grande, por qué no tienes familia”.

Como estos prejuicios sociales, decidir si ser o no ser madre pasa por otras dificultades, aun cuando en la ley se garantiza tal derecho.

El acceso a los métodos anticonceptivos o a interrumpir un embarazo son algunos de los retos que enfrentan las oaxaqueñas pese a que desde el 25 de septiembre de 2019 se despenalizó el aborto, lo que hizo de la entidad la segunda del país en permitir la interrupción legal del embarazo (ILE) hasta la semana 12.6 de gestación.

Mayra Morales Aldaz, coordinadora estatal de la Red por los derechos sexuales y reproductivos Siempreviva Ddser Oaxaca, explica que en el estado se mantiene una deuda histórica con las mujeres. Ya sea por la falta de disponibilidad de medicamentos, equipo u otros insumos para que los servicios de salud garanticen una interrupción en condiciones seguras, dignas y en tiempo y forma como por la lejanía de las unidades que limita este derecho.

“Se limita porque muchas mujeres basan sus decisiones en el acceso a estos servicios y al limitarse este acceso se complica la situación… Están limitando el acceso y el ejercicio de un derecho que se encuentra plenamente reconocido y que debe garantizársenos. No solo debe estar en el papel o en la ley sino debe estar plenamente garantizado”, subraya Morales Aldaz.

El derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo es fundamental, apunta la activista en la víspera del Día de las Madres, una fecha que en México se creó en los años 20 del siglo pasado como reacción mediática y política ante el segundo congreso feminista que pugnaba por sus derechos sexuales y una maternidad libre y consciente.

“El derecho a decidir de eso va, de que las mujeres que decidan ser madres cuenten con todas las condiciones para que las infancias tengan un buen crecimiento, desarrollo, para que mientras dure el embarazo las mujeres accedan a los servicios de salud públicos. Esto nos llevaría a sociedades justas, infancias felices, plenas, maternidades decididas y amorosas”, ahonda la activista.

“Pero si una mujer no desea ni busca eso, y por alguna situación vive un embarazo no deseado ni planeado, pueda acceder a una interrupción del embarazo”.

En septiembre de 2019, el congreso de Oaxaca despenalizó el aborto hasta la semana 12.6 de gestación, por lo que de acuerdo a la ley las mujeres pueden interrumpir su embarazo sin ser penalizadas, independientemente de la razón que tenga y “sin que tenga que justificar esta decisión”.

Pasado ese periodo, el aborto es un derecho que la mujer puede ejercer, aunque por causales como la accidental, por haber sufrido una violación, cuando corre peligro su vida o su salud se ve afectada por el embarazo, por malformación en el producto o por haber sido objeto de inseminación artificial no consentida.

Pero al llegar a los servicios públicos de salud, las organizaciones por los derechos de las mujeres se han encontrado “con la realidad” de que el derecho al aborto (interrupción legal del embarazo) no se garantiza en la magnitud necesaria.

En diversas respuestas a solicitudes de información, los Servicios de Salud de Oaxaca señalan que a tras la despenalización del aborto en sus unidades se practicaron 2 interrupciones legales del embarazo en 2019; en 2020, fueron 13; en 2021, las cifras son ambiguas, pues en una respuesta se dijo que fueron 83 y en otra, 111. Para el año 2022, se practicaron 387, según la dependencia.

Citado por la organización Ipas México, el Centro de Estudios de las Mujeres y Paridad de Género del congreso local señala que en Oaxaca “se registra anualmente un promedio de 2 mil 300 abortos clandestinos”.

“Entonces es el gran reto que el estado tiene para con las mujeres. Las organizaciones estamos vigilando, haciendo nuestro trabajo, pero de poco sirve difundir la información si no se tiene un acceso real a estos servicios”.

A más de tres años de la despenalización, la red Siempreviva Oaxaca considera que el camino ha sido muy difícil. “Lo que nos ha posibilitado la despenalización es poder hablar del tema porque existen todavía muchos mitos y estigmas en torno al aborto”.

Y es que quienes deciden interrumpir un embarazo “pasan por un proceso que no es nada fácil ni sencillo”, que conlleva una “reflexión interna y de lo que ocurre socialmente”, pues “hay mucha crítica todavía hacia las mujeres que hemos decidido no maternar o todavía no lo hacemos”.

 


aa

 

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