Como cada año, miles de peregrinos continúan su camino hacia el Santuario de la Inmaculada Virgen de Juquila, otros como los habitantes de Calcahualco, Veracruz, ya van de regreso para llevar la luz de la virgencita a su comunidad.
Don Gustavo, uno de los organizadores de la peregrinación, explicó que la iniciativa surgió a raíz de las peregrinaciones que hacían algunos habitantes del municipio, por lo que más personas se sumaron y decidieron hacer una peregrinación grupal para acudir al Santuario de Juquila que se ubica en el municipio de Santa Catarina, en la Sierra Sur de Oaxaca.
El municipio queda en las altas montañas del estado de Veracruz, venimos a traer la luz para llevarla a nuestra parroquia del Divino Salvador, esta es nuestra sexta peregrinación que hacemos para ir darle las gracias a la virgencita por un año más de vida”.
Expuso que a pesar de la distancia, con los recorridos que realizan de cinco a seis días, la recompensa se recibe con la bendición de la Santísima Virgen de Juquila y las bendiciones que reciben en el Santuario.

En la peregrinación también participa Mari Cruz, quien señaló que cada peregrino, en su gran mayoría jóvenes, “lleva su propio propósito como le llamamos, cada quien tiene su propia petición y agradecimiento”.
Algunos se suman cada año, otros ya han participado en la sexta peregrinación que llevamos, de acuerdo a nuestra fe católica, en la comunidad nos proponemos que cuando ya se realiza la primera peregrinación, debemos de cumplir con al menos tres visitas al Santuario”.
Uriel Vázquez, es uno de los jóvenes que participa como corredor en esta peregrinación, pues el objetivo de su peregrinación es ir por la luz divina al Santuario de la Inmaculada Virgen de Juquila para que ilumine a su comunidad.
Venimos corriendo con la lumbre, vengo de corredor porque es una experiencia muy bonita, es un esfuerzo que hace uno para valorar lo que hacemos, es un momento inexplicable porque todo lo hacemos con fe”.
Luego de un pequeño descanso en la periferia de la ciudad de Oaxaca, las y los peregrinos se dispusieron a continuar su trayecto hasta las altas montañas del estado de Veracruz, no sin antes llevarse algún recuerdo de la gastronomía oaxaqueña.