Ninguna autoridad estatal, federal o municipal está interesado en cuidar el medio ambiente y mucho menos los ríos, pues basta observar la alta contaminación en los afluentes del Atoyac y Salado, opina el ambientalista Nazario Ramírez.
En entrevista, señala que dichos ríos permanecen en el abandono por parte de los distintos niveles de gobierno, al no haber vigilancia para evitar la descarga de escombro y regular las descargas de aguas residuales.
Lamenta que al día de hoy nadie ha cumplido con el acatamiento al amparo ganado por la organización Litigio Estratégico para el saneamiento de los ríos Atoyac y Salado, lo cual es penoso.
Desde el Valle de Etla y hacia abajo se vierte mucha agua sucia, desde rastros, complejos habitacionales, nula operación de las Plantas Tratadoras de Aguas Residuales y sin ninguna consecuencia para nadie”, expone.
El activista recuerda que se han interpuesto quejas ante la Comisión Nacional del Agua y la propia Comisión Estatal del Agua (CEA), pero en ninguna han encontrado respuestas concretas.
Más bien parecieran instancias fantasmas porque no hacen nada por el cuidado y preservación del medio ambiente y en especial sus afluentes que en teoría deben estar limpios”, sostiene.
Añade que a seis años del gobierno estatal no han conocido un proyecto de saneamiento de los ríos que cruzan el Valle Central y la ciudad de Oaxaca, “nunca les ha importado el tema”.
Pese a que son muy visibles las descargas en la zona de San Jacinto Amilpas, la capital del estado, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino y San Antonio de la Cal, la autoridad federal y estatal no actúa con firmeza.
