De granito, voluntad de ayuda de Karina y la Cruz Roja Mexicana
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De granito, voluntad de ayuda de Karina y la Cruz Roja Mexicana

La joven voluntaria, ejemplo de solidaridad y compromiso


De granito, voluntad de ayuda de Karina y la Cruz Roja Mexicana | El Imparcial de Oaxaca
La joven voluntaria, ejemplo de solidaridad y compromiso

Karina no olvida el día en que dio acompañamiento para la atención a un menor de edad que se había electrocutado, durante su primer servicio como voluntaria de la delegación de la Cruz Roja Mexicana.

Al mismo tiempo de realizar sus estudios de Enfermería, la joven de 22 años de edad quiso ser parte de esta institución hace dos años, luego del auxilio que recibió su madre por paramédicos de la delegación, por un accidente que puso en riesgo su vida.

El primer servicio de Karina quedó marcado en su memoria y la motivó a continuar por este camino de ayudar a quienes más lo necesiten y continuar su preparación para una mejor atención en casos de accidentes.

La joven residente de Oaxaca de Juárez, pero originaria del Istmo de Tehuantepec recuerda que ese primer servicio fue el que más la impresionó, porque a pesar de los esfuerzos de la Cruz Roja, el menor no pudo continuar con vida por la fuerte descarga eléctrica que recibió.

Del área de Socorros de la Cruz Roja Mexicana, delegación Oaxaca, Karina Gabriela Robles Robles señala que su ingreso a la institución fue una forma de agradecer a las personas el apoyo que le dieron a su madre y por considerar que ahí se tiene una de las mejores carreras técnicas que puede forjar el carácter.

Es una carrera que no cualquiera puede soportar. No es igual llegar al hospital y entregar al paciente, que llegar a la escena donde sucedió el accidente o la tragedia. Se debe aprender a dominar la mente y las emociones para poder ayudar a las personas”, expone.

La estudiante de Enfermería del sexto semestre ingresó a la Cruz Roja meses antes de iniciar la pandemia de Covid-19; no claudicó y se mantuvo a pesar de la salida de un gran número de voluntarios que no quisieron arriesgarse a los contagios.

El número de voluntarios ha disminuido por el miedo de contagiarse y enfermar a mamá o papá. Yo me mantuve aquí porque la Cruz Roja no puede quedarse sin personal, de lo contrario, ¿cómo le harían para prestar la atención?; con o sin Covid, los choques y accidentes siguen sucediendo”, resalta.

A bordo de una de las ambulancias de la Cruz Roja, donde ordena y constata que esté todo listo para salir en auxilio de quienes así lo requieran, y aunque los padres de Karina le recomendaron retirarse por un tiempo, ante el miedo de adquirir el virus o llevarlo a casa, la joven se mantiene en esta delegación donde asegura fortalecer las medidas sanitarias desde las 07 hasta las 19 horas.